Todavía recuerdo aquel newsletter que desde Iguana Sell me hicieron llegar sobre Junio para presentar la última novedad de la firma Pelikan. Se trataba de una preciosa estilográfica con ese cuerpo traslúcido propio de las demostrator en lo que parecía un increíble tono entre ámbar y marrón que casaba a la perfección con los detalles en oro. Fue un amor a primera vista, sin lugar a dudas.
En cuanto pude hablé con María del Cid y le hice saber que quería una de las primeras unidades que tuviesen de esta pluma.
Su diseño es exactamente igual que la M205 Blue Edition que ya revisamos aquí hace unos meses. Sin embargo, esta M200 Classic tiene un par de peculiaridades que la hacen estar por encima de aquella. Y es que tanto su plumín como sus detalles decorativos están realizados en acero y bañados en oro. Al margen del punto de calidad que esto le confiere, como me comentó un lector y aficionado en una ocasión, los plumines bañados en oro ofrecen una flexibilidad y escritura mucho mejor que aquellos que están sólo construidos en acero. Y creedme que es algo que notas en el primer instante.
Por lo general, la mayoría de estilográficas con el cuerpo de resina, queramos o no no terminan de dar la sensación de formalidad que en ocasiones buscamos para ellas. Sin embargo, con esta Smoky Quartz la cosa cambia, ya que la mezcla entre esa disparidad de tonos marrones en función de la incidencia de la luz, y la sobriedad que le otorga el oro, hacen de este conjunto un instrumento de escritura mucho más solemne de lo que pueda parecer en un principio.
Con un tamaño de 125 mm (con capuchón) tiene un tamaño ideal para ser llevaba siempre con nosotros. Además su peso total de 16 gr la convierten en una pluma muy ligera que casi no notaremos en el bolsillo. Su capuchón se cierra a rosca y en su base dispone de una parte móvil giratoria que es la que acciona el sistema de émbolo para la carga de la tinta.
Como decíamos antes, dependiendo de la incidencia de la luz sobre ella, de la carga de tinta o la posición, esta camaleónica estilográfica se nos muestra desde prácticamente opaca en el tono marrón más oscuro, hasta totalmente traslúcida en un precioso tono ámbar. Como su nombre nos hace pensar, está inspirada en el Cuarzo ahumado, mineral tan presente en la naturaleza que goza de propiedades colorimétricas muy similares a las de esta pluma.
Reconozco que tenía ganas de tenerla en la mano para poder comprobar todas esas tonalidades que me había parecido ver en aquellas fotos comerciales que propiciaron aquel flechazo. Pero también ansiaba comprobar si era verdad que con esos plumines bañados en oro se escribía mejor. Y en efecto, el cambio es notable. Diría que la administración del flujo de tinta es mucho mejor, la limpieza con la que éste sale también es evidente, y en su conjunto esto nos ofrece, desde mi punto de vista, un trazo más uniforme y eficiente.
Ya sabéis que hace unos meses yo tenía poca idea sobre este mundo de la escritura, pero a base de comparar, probar e indagar (con vuestra ayuda también) uno poco a poco vas comprendiendo dónde está la diferencia entre esa estilográfica de iniciación que te sirve como instrumento todoterreno, y esas otras piezas que comienzas a coleccionar con cariño y con algo más de conocimiento.
Indudablemente tras la compra de todo capricho hay un fuerte componente sentimental, como me ha ocurrido a mí con esta estilográfica. Sin embargo, es importante que acompañemos esto con algo de lógica y sensatez.
¿Qué ha aportado este modelo a mi colección?
La mayoría de modelos que he ido incorporando estos últimos meses a mi neófita colección han tenido una justificación -al menos para mí-. La Faber Castell Ondoro aportó la madera como elemento de construcción y el diseño facetado hexagonal. La Kaweco Stonewashed me aportó ese toque envejecido y un cuerpo de metal en una tonalidad poco habitual entre las estilográficas. La M205 Blue Edition fue un regalo inesperado en el Taller de escritura que organizamos con Iguana Sell. Y esta Pelikan M200 Classic Smoky Quartz ofrece ese punto de polivalencia y estilo que últimamente busco tanto en mis looks.
Elegante pero informal y combinable. Así es esta estilográfica.
Su versatilidad la equiparo a aquella chaqueta gris con tejido hopsack que os mostraba la semana pasada en un look. Simpleza, combinación, estilo. Porque sí, señores, una estilográfica también debe combinarse, al menos desde mi punto de vista. Con nuestro maletín, agenda, cartera. Todo detalle cuenta y cualquier nota discordante puede ser fatal, así que cuidemos los detalles para cada ocasión.
Hasta aquí esta review de hoy. Deciros que esta estilográfica puede adquirirse tanto de forma independiente como en conjunto en un kit con el tintero de esta misma tonalidad (Edición especial de este año en Pelikan), que por cierto lo tengo desde hace ya unos meses y me encanta.