Unas palabras sobre Grey Vetiver (EDP y EDT), de Tom Ford

El vetiver es, con mucho, una de mis notas preferidas, y muchas de las que considero obras maestras de la perfumería se han compuesto pivotando alrededor de esta nota fundamentalmente terrenal, masculina.

Anteriormente he hablado de Bal d’Afrique y de cómo es uno de los vetivers más interesantes que hay, cogiendo esta nota y dándole un giro dulce, sin llegar a lo gourmand, con una de las mejores combinaciones de salida que haya olido jamás. Pero hay más vetivers que merecen ser destacados. Coged Bal d’Afrique, quitadle la caléndula y el toque dulce y os quedará Vetiver Fatal, de Atelier Cologne, una magnífica opción para el día a día e incluso como perfume para todas las ocasiones. Dentro de los «vetivers fresquitos», que huelen a limpio, añadiría Vétiver de La Collection Couturier de Christian Dior, pero según tengo entendido se ha dejado de producir.

Si, en cambio, sentimos que ya tenemos una edad para llevar algo con más cuerpo (curioso tema este de las edades y los aromas, al que prometo sacarle punta otro día), escogeremos un vetiver elegante y masculino, atemporal, y nuestra primera opción será Sycomore, de Chanel, una de las joyas de esta casa. Si aun así queremos algo que sea indudablemente masculino, alejándose de la etiqueta de unisex, clásico, con reminiscencias a esos «perfumes de antes», haremos bien en probar el trío majestuoso compuesto por Bel Ami, de Hermès, la combinación de vetiver clavo que Dominique Ropion compuso para la línea de Frederic Malle con su Vetiver Extraordinaire (ojo, que aquí el el precio se dispara) y, cómo no, Vetiver de Guerlain. Todo esto sin descartar opciones interesantes, como el Vetiver de Lorenzo Villaresi (este es un poco «duro» sobre todo en las notas de salida), o exóticas y más «ponibles» como Timbutku, de l’Artisan Parfumeur (siendo este, junto con Tea for Two, uno de los perfumes estrella de la casa).

Así pues, ¿qué ofrece Grey Vetiver, de Tom Ford? ¿Y dónde la clasifico?

Bien, lo que aporta esta creación de Tom Ford (tanto en su versión EDT como en la EDP) es una interpretación muchísimo más «sexy» del vetiver. Y digo esto sabiendo lo difícil que resulta definir qué es sexy cuando hablamos de perfumería. Este es un perfume seco, formal, serio, ideal para llevarlo en la oficina y, pese a entrar perfectamente en esas categorías, es una opción perfecta para salir de noche, sobre todo si se va vestido formal.

Grey Vetiver no es un perfume para gente de menos de 25 años (cuanto menos no para su mayoría), o para gente que se tache a sí misma de «millenial» o hable usando hashtags (quizás aquí esté exagerando un pelo, pero espero que se entienda la imagen que quiero despertar en el lector). Este es un perfume de hombre, pero no «de señor mayor». Tiene esa mezcla de opulencia, gravedad y al mismo tiempo simplicidad en su composición que suele encontrarse en algunas creaciones de Tom Ford.

Este sería el prototipo de hombre para el que se compuso este perfume:

Me estás convenciendo… ¿pero cuál de las dos comprar?

Para mi gusto, EDP. Es más rica, más amaderada, espaciada, densa. En otoño, invierno y primavera me parece la mejor opción de las dos. En verano, eso sí, cuanto menos si estáis cerca del mediterráneo, la EDT es una opción infinitamente mejor, más ligera, simple, cítrica, más fácil de llevar.

¿Y cómo rinden en piel?

Con las dos concentraciones he tenido resultados prácticamente idénticos, aguantando ambas 8 horas en piel, proyectando decentemente las dos primeras. El sillage de la EDP es mayor, eso sí.

Últimas palabras

Probad este perfumón. Si estáis en la búsqueda de un perfume que no esté masificado, que sea extraordinario y acentúe una imagen / estética con la que os identifiquéis (o queráis identificaros, que viene a ser lo mismo), probadla y me comentáis qué os ha parecido…

¡Hasta el próximo artículo!

aitor@sinabrochar.com

 

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