De qué hablamos cuando hablamos de perfumería: 10 conceptos básicos

Longevidad, proyección, sillage, EDC, EDT, EDPExtrait de parfum, notas de salida, notas medias o de corazón, notas de base… Para movernos con fluidez al hablar sobre perfumería se hace necesario un breviario que recoja los conceptos fundamentales, así que antes de entrar de lleno en las reviews, top 10, comparativas,… vamos a dejar claro de qué hablamos cuando nos referimos a según qué propiedades de los perfumes.

Lejos de cargar este artículo con densas explicaciones o comprensiones exhaustivas, abordaré los diez conceptos básicos con los que conviene estar familiarizados. En artículos venideros profundizaré en el aspecto teórico de ciertos aspectos, pero por ahora sirva esto como una primera toma de contacto.

Diez conceptos elementales

Longevidad: La fijación en piel, el tiempo que dura desde que nos echamos los sprays hasta que, acercando la nariz a la muñeca, no olemos nada. Nada más. Cabe decir que aunque la longevidad y la proyección sean conceptos relacionados no hay que confundirlos, pues puede haber mucha longevidad con una proyección modesta.

Proyección: Denota a qué distancia se puede oler el perfume una vez te lo has aplicado, estando quieto. Tan simple como eso. Si un perfume tiene una gran proyección, tendrá en consonancia una gran longevidad en piel (como es el caso de Interlude Man, de Amouage, por poner el primer ejemplo que se me ocurre de proyección nuclear), pero a la inversa no siempre se cumple. Como he comentado antes, son términos que no se deben confundir.

Sillage: Concepto poco usado fuera de los “círculos perfumísticos” (léase foros, la fragcom en Youtube, etc.). Tiene que ver con la “nube” que te envuelve una vez te has aplicado el perfume y que arrastras al moverte. Es, por decirlo en otros términos, la proyección del perfume cuando te desplazas. Un perfume con mucho sillage y una proyección más modesta haría que no se te huela demasiado a menos que pases relativamente cerca de alguien. Me vienen a la cabeza D600, de Carner Barcelona, o M, de Puredistance, como ejemplos de perfumes con mucho sillage que no tienen una proyección tan elevada. Cabe decir que es un concepto que arrastra cierta controversia, y de hecho en Fragrantica, por citar una fuente “de prestigio”, en la ficha de los perfumes no se hace distinción entre proyección y sillage, considerando que es artificioso hacer distinciones entre ambos términos.

Eau de Cologne (EDC): Son las composiciones más “ligeras”, normalmente compuestas de un 95% de alcohol y un 5% de componentes aromáticos. Es el epítome de lo que se suele llamar “algo fresquito”, con poca longevidad -raro es que aguante más de dos horas- y que no proyecta demasiado (exceptuando raras avis como La Nuit de l’Homme Frozen Cologne). Uno de los EDC más conocidos sería 4711, de Maurer & Wirtz (que seguro que habéis olido alguna vez, aunque no la reconozcáis por el nombre), que podría considerarse hermano gemelo de Neroli Portofino de Tom Ford. Se ha de señalar que, aunque normalmente estas composiciones sean más “simples” y no encierren tanta complejidad como versiones con concentraciones aromáticas más elevadas, se pueden encontrar fragrancias muy interesantes que huelen extremadamente bien, como es la versión EDC de Endymion, de Penhaligon’s (que me gustaría reseñar en breve).

Eau de Toilette (EDT): Aquí nos vamos a concentraciones aromáticas de entre un 5 y un 15% como máximo. ¿Qué significa esto? Resumiendo: Mayor longevidad y mayor proyección. Suele ser el estándar cuando hablamos de perfumes masculinos. Una mayor concentración en alcohol no significa necesariamente que la fijación y la proyección sean mayores, pero suele ser el caso cuanto menos en la longevidad (exceptuando casos como la versión EDT de The One, de Dolce & Gabanna, que hasta hace pocas reformulaciones duraba sólo unas 4 horas en piel).

Eau de Parfum (EDP): Suele tener una concentración de fragancia de entre el 15 y el 20% a lo sumo. De nuevo: mayor concentración no implica mayor proyección necesariamente. Menor concentración de alcohol permite un olor más denso, más rico, composiciones con una complejidad y una evolución más rica que en los EDT, pero que permita que sea posible no significa que porque el frasco ponga “EDP” vaya a comportarse así. Aquellos que han probado Bleu de Chanel en EDT y en EDP saben que la Eau de Toilette es la versión que más dura y proyecta en piel, con diferencia. Esto, de nuevo, merece una entrada más elaborada para explicar por qué más de tres sprays de One Million de Paco Rabanne (que es una EDT) pueden ser considerados como un arma biológica de notable capacidad destructiva, y en cambio un par de horas después de 4 – 5 sprays de un EDP como Millesime Imperial, de Creed, apenas se puede oler.

Extrait de Parfum: El extracto de perfume está un nivel por encima de los EDP en cuanto a “densidad” y se sitúa entre un 15 y un 40% de componentes aromáticos. Un ejemplo de perfume con esta concentración sería Pardon, de Nasomatto (que reseñaré en breve).

Notas de salida: Las notas que olemos cuando probamos un perfume. La mayoría de gente decide si le gusta un perfume en función a las impresiones iniciales que tiene de ese olor, formado por sus notas de salida, las cuales, valga la redundancia, son las primeras en salir (y las primeras en evaporarse). Un perfume puede ser lineal, y mantener las notas de salida durante el resto de fases, o puede cambiar. Una de las transiciones que más me gustan es la de Dior Homme Intense, ese evolución del iris de las notas de salida a la vainilla de las notas de base es absolutamente exquisita. Pero no nos saltemos las notas medias…

Notas medias o de corazón: Suelen aparecer desde los pocos minutos hasta una hora después de haberse aplicado, y van ganando protagonismo a medida que las notas de salida se evaporan.

Notas de base: En el secado es cuando se perciben las notas de base, normalmente olores más densos, con más cuerpo, que para muchos constituyen el verdadero carácter del perfume. Las moléculas que forman esta etapa son grandes, pesadas, y se evaporan más lentamente que el resto de notas. Horas después de habernos puesto perfume, lo que olemos son las notas de base. Ejemplo de un perfume que tiene unas notas de salida que suelen desagradar a la mayoría de gente (no a todos, por supuesto) pero unas notas de base fenomenales es Musc Ravageur, de Frederic Malle.

Hecho este primer acercamiento teórico, el próximo jueves nos vemos con una reseña de un perfume mítico que cambió el cómo se concebía la perfumería masculina.

¡Hasta la próxima semana!

– P. D.

(Fotografía extraída de esta entrada del blog Facts about perfume)

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