Tracksmith Eliot Runner, otro gran descubrimiento.

Entiendo bastante poco de running, por no decir prácticamente nada. Sin embargo, ya os comenté en un reels de Instagram que hace unos meses en Nueva York tuve otro gran descubrimiento en forma de zapatilla, en concreto estas Tracksmith Eliot Runner. (Sí, el barrio de Williamsburg dió para mucho, la verdad).

Me ocurrió algo parecido a lo que os conté sobre Buck Mason en esta review sobre un par de sus camisetas. Ya se estaba haciendo tarde, comenzaba a llover de nuevo y portábamos bastantes compras encima, pero fue pasar por la puerta de la tienda y descubrimos un lugar con cierto encanto, como acogedor. En un barrio bastante industrial aún y con cierta decadencia encontrar una espacio con suelos de madera, paredes pintadas de un elegante azul marino, estratégica iluminación y lo que parecía ser ropa deportiva que ya de lejos transmitía algo totalmente diferente… No pudimos hacer otra cosa más que entrar aunque sólo fuera para curiosear y conocer.

No entendíamos nada. Todo respiraba un aire trainning pero la disposición de las colecciones y las propias prendas en sí te hacían pensar que estabas ante una marca de básicos con cierta esencia vintage running. Era extraño. no terminábamos de entender. Además los precios no eran especialmente baratos, diría que tirando a bastante altos. Por ejemplo, lo que parecía una camiseta de tirantes de tejido técnico perforado para correr costaba 90$, una sudadera más casual ya eran 170$… Eso sí, te fijabas en los detalles, costuras, bordados, acabados y eran realmente impresionantes.

De repente, entre tanto desconcierto y sorpresa, eché la vista a un lado y reparé en unas preciosas zapatillas de un elegante color mostaza estratégicamente puestas en un rincón que llamaron mucho mi atención. No sé si os habéis dado cuenta pero me gustan mucho los colores mostaza, y siempre han estado muy presentes no sólo en el Blog sino también en mi propia casa a través de cojines en el sofá, cuadros que he pintado, etc… Porque me parece que el mostaza es un color que bien escogido ofrece un punto diferenciador brutal pero en cuanto te pasas de rosca puede ser realmente hortera y peligroso. Por ello para mí, la elección de un buen tono de mostaza tirando a ocre demuestra que te sabes manejar con elegancia y diferenciación. Y eso es lo que sentí al ver que una marca no especialmente conocida apostaba por un color así no sólo en alguno de sus productos sino también en pequeños detalles en la mayoría de ellos.

Estos tonos si nos paramos a pensar combinan muy bien con toda la paleta básica de grises, blancos y azules. Al recordar un poco al dorado es como que elevan el resto de tonos si es aplicado en pequeños detalles con gusto.

Comencé a analizar la zapatilla en mis manos y a cada punto que observaba se veía mejor rematado y diseñado que el anterior. Y creedme que he estado involucrado en el diseño y desarrollo de zapatillas para The Seëlk y he visitado muchas fábricas a lo largo de estos años y no es nada fácil conseguir que una zapatilla transmita esa pulcritud. Por eso, incluso cuando vi que su precio superaba los 200$ me siguió pareciendo un producto más que interesante. ¡Tenía que llevarme unas! I got it!

Lo tenía decidido, casaban con mi estilo, es un producto polivalente y me apetecía verlas con más detenimiento en casa, así que tenía claro que me iba a llevar unas. En un principio iban a ser las mostazas, por aquello del flechazo inmediato, pero vi que las blanco -crudo- y también me gustaron, incluso tenían unas color burdeos que me encantaron! Toda me parecían tan diferentes y a la vez tan discretas. Pero luego pensé que en mi armario tenía pocas zapatillas azules que me gustasen de verdad y me decanté por este color.

¡Quería probármelas! Si ya me gustaban en la mano, en los pies acabaron convenciéndome. Son realmente cómodas. La plantilla de espuma en su interior, la suela con una amortiguación muy equilibrada, su interior acolchado y el cuerpo y empeine en una especie de rejilla densa pero transpirable y adaptable, hicieron que mis pies a pesar de llevar todo un día andando y estar probablemente hinchados, decidieran quedárselas.

Y se vinieron para España. Ya las he usado en un par de ocasiones, incluso durante todo un fin de semana estando por Huelva. Al ser realmente una zapatilla de running. Porque sí, lo son, no es una zapatilla casual. Se trata de una zapatilla con la que podemos correr media maratón si quisiéramos. O al menos eso transmite su marca desde sus redes sociales y web. Ya os digo que yo en ese aspecto poco puedo aportar porque no soy experto en absoluto. Si os puedo decir que en cuanto a confort, amortiguación, agarre y balance general, las zapatillas son impresionantes. Todo encaja dentro de ellas, nada parece ceder ni un milímetro, y con el uso no parece que su envejecimiento vaya a ser prematuro. Teniendo en cuenta que las zapatillas de running en realidad tienen una vida útil muy corta. Pero cierto es que yo no estoy corriendo con ellas.

Pero es la típica zapatilla que podrías llevarte a un viaje en la maleta y ponértelas para salir a correr por la mañana temprano y luego con unos vaqueros para ir a tomar algo o dar un paseo por la ciudad sin que pareciese que se te han olvidado los zapatos en casa.

Como podéis ver en estas fotos, su nivel de detalle y acabado es indiscutible. Mires donde mires verás una puntada perfecta, un remate impoluto, cualquier elemento se nota que ha sido estudiado al milímetro. Nada ha sido fruto del azar. Los tipos de cordones, la configuración de la lengüeta, la plantilla interior con el logo incluso y no estampado, la suela de dos componentes, el tono crudo de la suela, todos los blancos tendiendo a crudos. Te puede gustar más o menos su diseño retro pero actual, pero de lo que no hay duda es que es una zapatilla bien hecha y pensada.

Lo dicho, para mi han sido todo un discubrimiento y una forma de introducirme en esta marca, reconozco que no por sus capacidades o rendimiento deportivo pero sí por su diseño, estilo y calidades. Me recuerdaba mucho a la marca de material de ciclismo Rapha, que hace años empecé a seguir sólo porque me encantaba su estética y diseño. Ver sus productos era como admirar uno de esos bocetos de diseño industrial de Braun. Y parece que no iba desencaminado ya que alguien que conocía la marca me comentó por Instagram que uno de los fundadores de Tracksmith trabajó en Rapha y al parecer su intención fue crear una marca con ese estilo y filosofía para running. Y vaya si lo ha conseguido!

Espero que os haya gustado, muchas gracias como siempre por llegar hasta aquí. Y ya sabes que cualquier comentario o sugerencia son siempre bienvenidos.

Un saludo

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