Hay prendas que por su versatilidad y concepto merecen un lugar especial en el armario. Aunque, en más de una ocasión, se convierten en ese unicornio buscado con insistencia que no llegamos a encontrar jamás.
Diría que llevo meses, aunque en realidad pueden ser años, con la idea en la cabeza de encargar a medida la americana perfecta. Pero, ¿Cuál es la americana perfecta? Para mí es aquella con la suficiente polivalencia que me permita usar en un momento dado con vaqueros y zapatillas pero si se da el caso también con un pantalón gris marengo y mocasines. Así de simple y así de complejo, como veremos hoy.
Por supuesto su color debe ser azul marino, esto es algo indiscutible si queremos que juegue bien la liga formal. Pero, a pesar de disponer de varias chaquetas de estos tonos en mi armario, todas o bien resultan demasiado formales -por tejido, diseño o concepto-, o bien se pasan de desenfadadas. Y como ya sabemos siempre es el punto medio donde suele encontrarse la genialidad y el éxito.
Mi trabajo entre sastrerías y marcas de moda, me ha permitido desde hace años poder estar entre catálogos y tejidos, y poder trastear con tranquilidad entre ellos en busca del ansiado tejido del que parta todo. Porque sí, tras analizarlo mucho, tengo claro que lo realmente complicado para mí en este caso es encontrar el tejido adecuado. El resto de detalles los tengo ya muy claros -y dedicaré unas líneas al final sobre ello-.
El Tejido
En mi larga búsqueda he sopesado sargas de algodón o lana, y parecen una gran opción pero a veces tienen brillos que no casan con un entorno informal y otras son demasiado rígidas cuando de algodón se trata. El hopsack o esterilla que tan de moda se puso en los últimos años también lo he valorado, y vuelven a ser una elección interesante, pero no termino de encontrar el tono lo suficientemente neutro que pueda casar con facilidad tanto en un ámbito formal como casual. El ojo de perdiz es otra de las soluciones siempre barajadas, pues en tonos de azules visualmente parece una esterilla en lo que a informal se refiere pero tiene un punto más elegante. Y he de decir que la chaqueta que más se acerca actualmente a mi americana perfecta es una de Sastrería Serna con un tejido de este tipo de Carnet. El problema es que sino recuerdo mal este paño concreto está compuesto por lana y cashmere y no es precisamente tan atemporal como me gustaría, pero reconozco que tiene actualmente el puesto ganado como chaqueta versátil dentro de mi armario.
A pesar de ser esta una de mis chaquetas preferidas, no termina de ser la americana perfecta con mayúsculas y sin reservas.
El Fresco es otro de los tejidos que llaman mucho mi atención para elaborar esta americana. Se trata de un tejido creado y patentado por los británicos Hardy Minnis con una trama tupida como la que veis sobre estas líneas pero de peso relativamente ligero, de fibras de lana y tacto seco. Es considerado el tejido perfecto para el verano británico -que no es el de otras latitudes más al sur, por cierto-. Me llama la atención porque lo más parecido que tengo con este tejido se trata de un esmoquin completamente artesanal de hace 49 años (lo sé por la fecha de entrega de su etiqueta) que encontré por casualidad en una tienda de segunda mano de Madrid hace unos años y adapté para mí -Creo que merece la pena hablar de él pronto en un artículo-. Lógicamente este fresco no es el que podemos encontrar ahora, ya que la industria textil ha avanzado mucho más de lo que pensamos, sobre todo en cuanto a acabados y sensaciones de los tejidos.
Para recordar la complejidad quizás a priori inesperada de la búsqueda de la chaqueta perfecta en cuanto a tejido se refiere, sólo tenemos que fijarnos en el tono demasiado saturado del tejido que encabeza estas líneas y analizarlo desde la perspectiva de este otro artículo que publiqué hace un tiempo sobre Americanas Básicas, para darnos cuenta de que en principio tampoco nos serviría como opción ideal.
Como podéis comprobar no es tan fácil. Y diría que encontrar el tejido perfecto que estamos buscando pasa por mirar y mirar catálogos, cortes y referencias de tejido hasta encontrar uno que no sea demasiado liso porque recordará a un traje, que no tenga demasiado brillo porque parecerá ceremonioso, que tenga un aire desenfadado y un color de azul lo más neutro posible. Estas son para mi las claves.
La Configuración
Este apartado puede ser muy personal pero para mi el diseño de esa perfecta chaqueta versátil debe contar con elementos que recuerden tanto a una chaqueta formal como una informal. Por ello unos bolsillos de parche para mi serían imprescindibles.
Contar con un picado al canto bien marcado tanto en solapa como en bolsillos y quizás también en costura de hombro sería un aspecto interesante a incluir. Sumado a una única abertura trasera central, por alejarla de la típica chaqueta de traje.
En cuanto a mangas optaría claramente por un hombro de costura camisera, con poco armado y sin chorizo. Y 1 o 2 botones en martillo, para darle un toque de distinción desenfadado.
En lo referente a su configuración interior, optaría por medio forro o 3/4 de forro, pero evitaría el forro completo que ya ni siquiera incluyen algunos trajes.
Personalmente reconozco especial predilección por las solapas amplias de muesca por lo que mi chaqueta perfecta no podría contar con otra cosa que no fuera una solapa de unos 10-11 cm con puntas ligeramente matadas.
Hilera sencilla de 3 falsos botones (3roll2) con cruce bajo sería mi elección para la disposición de botones frontales. Y por último otro resquicio formal en forma de bolsillo tipo barchetta en el pecho.
Esta sería mi americana perfecta polivalente. ¿Me decidiré a encargarla algún día? Quizás pronto.
Gracias por leer hasta aquí. ¿Cuál sería el detalle imprescindible de tu chaqueta perfecta?
Puedes imaginarte la chaqueta según vas leyendo. Espero que este tiempo de desconexión en redes te inspire a seguir creando contenido de este tipo.
Un abrazo, Salva.
Hola! Me alegra que te guste el artículo.
La verdad es que con esta desconexión de redes me encuentro mucho más tranquilo, con la mente más despejada y están surgiendo muchas más ideas.
Un saludo
Salva