Los 100 años de Zero Defects.

Contar que una empresa llega a los 100 años de vida hoy día es toda una satisfacción, sobre todo si miramos esos cien años atrás y vemos cómo ha cambiado el mundo en este tiempo. Y es que 1920, el año de fundación de Zero Defects era el comienzo de una década que dejaba atrás la primera gran guerra, los ánimos eran esperanzadores y la revolución textil comenzaba a hacerse patente. Una época en la que las primeras cadenas de producción comenzaban a desarrollarse y la realización de prendas en serie empezaba a ser una realidad que, aunque nos cueste creer, antes no existía.

Si sorprende que una empresa llegue a sus 100 años de recorrido, más sorprende aún que hoy día continuen en el mismo lugar que les vió nacer, en la céntrica calle Santa Marta, en Mataró (Barcelona). Y cuenten con una plantilla de trabajadores locales en la que en muchos casos los puestos han sido heredados de padres a hijos como si de una tradición familiar se tratase.

ZD ha seguido al frente de esta aventura todos estos años, enfrentándose a retos con ilusión, y sobre todo intentando aunar siempre tradición e innovación. Siendo pioneros en España en la utilización de tejidos como el algodón elástico en la década de los 70, o el hilo de soja hace 10 años.

Con el compromiso constante de ofrecer calidad, confort y diseño, en Zero Defects han tenido siempre clara su filosofía. Algo que podemos apreciar con tan sólo tener una de sus prendas en la mano. El tacto de sus tejidos, los detalles y calidad de confección, su presentación y además la amplia oferta de tallaje son algunas de las características que comprobarás a simple vista, y que dan buena nota del proceso detallado que llevan a cabo para realizar cada una de sus prendas. Un sistema riguroso basado en 8 etapas: selección de materias primas, confección, repasado del tejido, tintura, corte manual, confección especializada, estirado manual de costuras, y un control de calidad exhaustivo.

Todo un ejemplo de crecimiento y expansión sin renunciar a la tradición de confeccionar como antaño y hacerlo desde España.

Buena prueba de todo esto puedo dar, ya que hace 2 años que les conocí y compartí con vosotros y desde entonces llevo utilizando algunos de sus productos, y lo cierto es que se conservan como el primer día.

Esperemos que sigan muchos años más ofreciéndonos un trozo de historia en nuestro armario.

¡Enhorabuena!