Las proporciones del chaleco.

El chaleco es una de esas prendas que sabiendo llevarlas siempre nos favorecerá, pues da mucho empaque tanto a un traje como a un chaqué. Otorga al conjunto de más capas que si bien es cierto cuando el tiempo es caluroso no es lo ideal pero si éste lo permite eleva al traje a otra dimensión de la elegancia.

Cabe prestar especial atención a la altura de su escote. En este aspecto yo recomendaría un escote entre medio y bajo, nunca demasiado alto que ridiculice la corbata. Tenemos que tener en cuenta que al igual que ocurre con la chaqueta, cuanto más bajo es su cruce o escote más nos estilizará el tronco.

Una de las ventajas del chaleco es que visualmente limpia toda la parte de la zona de la cintura, recogiendo bajo él cualquier arruga de camisa, corbata, tirantes, etc. Eso sí, para ello debemos escoger bien sus proporciones…

Teniendo clara la función anterior, por tanto el chaleco deberá ceñirse en la medida de lo posible a nuestra figura, jamás presentar un ancho mayor que el de la cintura de nuestro pantalón siguiendo la forma de nuestro cuerpo. Presentar un chaleco con un largo corto o más ancho de lo debido destrozará por completo la ventaja que nos da el chaleco y en ese caso es mejor decisión no llevarlo. Observemos el resultado siguiente:

Cierto es que hay chalecos con muchas formas posibles y podemos encontrarnos con un bajo en forma de picos, recto, ligeramente curvos, etc. Pero en todo momento, y esto es sumamente importante, el chaleco debe ocultar por completo la cinturilla de nuestro pantalón. Por ello su largo tendrá mucho que ver con la altura de caja del pantalón. Hay chalecos que son realmente cortos porque van combinados con pantalones de cajas muy altas.

Comparemos la imagen sobre estas líneas con la que podemos ver en la portada de este artículo. Nada que ver la pulcritud y limpieza que transmite uno y el desaliño y falta de naturalidad que transmite el otro.

Como vemos en estos dos ejemplos, independientemente de la forma del bajo del chaleco, lo correcto y armonioso es hacer que en todo momento el chaleco cubra la cintura del pantalón. Por supuesto nada de mostrar la corbata por abajo ni permitir que la camisa se salga por los lados.

Si te apetece profundizar más en este tema puedes echarle un ojo a mi último libro «Cómo vestir un traje» en donde no sólo dedico todo un apartado al chaleco explicando todos sus entresijos sino también a cada una de las prendas que conforman la vestimenta de un traje.

Gracias como siempre por leer hasta aquí, y recuerda que cualquier comentario o sugerencia serán siempre bienvenidos.

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