Reconozcámoslo, el verano es un inevitable punto de inflexión en el año. Una forma tradicional de desconexión y descanso.
También para muchos es un reseteo en diferentes sentidos. Quizás porque desde niños es un período en el que nuestra rutina cambia por completo durante meses. Ya de adultos esos meses, con suerte, se convierten en semanas, pero igualmente se trata de un período en el que nuestros hábitos, estilos e incluso localización y clima se ven alterados por completo. Algunos aprovechan la época de asueto no sólo para tomar el sol, viajar, beber champán, y salir de fiesta, sino también para reflexionar sobre todo aquello que dejamos paralizado durante este tiempo. Ese frenazo es el caldo de cultivo perfecto para replantear todo. Algún cambio de rumbo profesional, un nuevo reto académico, un piso más grande y luminoso, o incluso la existencia vital. Pero hoy me pondré más práctico que filosófico, lo prometo.
El cambio de armarios suele ser una buena excusa tanto al inicio como al final de la temporada estival, para limpiar y reorganizar nuestro estilo. Donar todas esas camisas que llevas 2 años sin ponerte, tirar esa camiseta desgastada a la que le tienes tanto cariño, regalar esos zapatos sin usar que compraste en rebajas… Cuestiones que a buen seguro no nos serán ajenas a ninguno.
Aprovechar la nueva temporada Otoño/Invierno para incorporar un nuevo giro en nuestra vestimenta no es mala idea [y ayudarnos de mi método exprés de Asesoría de Imagen tampoco], pensar en esos básicos que necesitamos, aquellos caprichos que nos apetece darnos, buscar referencias donde inspirarnos… Puede ser un buen momento para ello, de eso no cabe duda.
Es tan importante parar, analizar y tomar perspectiva para ser conscientes del punto en el que estamos y evaluar la desviación respecto a nuestros propios propósitos. Algo tan esencial a lo que, sin embargo, solemos dedicarle muy poco tiempo y cabeza.
El ritmo de vida actual nos hace tan autómatas y manejables que por pura pereza -disfrazada de practicidad- nos dejamos guiar por ese contenido que nos bombardea día tras día desde diferentes canales, que influye en nosotros mucho más de lo que creemos. Estar preparados es esencial y conocer herramientas para que nuestro propio criterio sea el que mande en nuestras decisiones de compra es imprescindible (la Guía práctica de consumo que publiqué hace un tiempo puede serte útil también.) Dejar esto a merced e influencia del mercado es abandonarnos a la suerte de quienes tiene intereses y motivaciones muy distintos a los nuestros.
Tanto en la vida como en nuestro armario son importantes estos paréntesis para detectar aquello que hay que cambiar o transformar, es corregir una vez más un rumbo que se desvía por mil razones y eventualidades. Y tú, ¿has hecho ya tu paréntesis?
Gracias por leer hasta aquí. Recuerda que todo feedback y comentario es siempre bienvenido.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo Salvador. Este momento del año es el espacio perfecto para parar y reflexionar sobre la siguiente temporada.
Y es muy saludable que sea así.
Un abrazo.
Salvador.
Hola.
Así es, un buen break para refrescar nuestras ideas y reciclar nuevos hábitos.
Eso siempre es bueno.
Un saludo
Salva