La talla correcta de zapatos.

Creo haber leído en alguna ocasión que el 80% de los hombres usan una talla incorrecta de zapato. Y es que hay quien no sabe aún que generalmente no se tienen la misma talla de zapato formal que de zapatilla deportiva. Normalmente existe una diferencia de una talla o talla y media entre uno y otro, siendo el zapato formal el de menor tallaje.

Tenemos la falsa creencia de que un zapato tiene que ser igual de cómodo que una zapatilla, pero esto será prácticamenfe imposible, pues esta última cuenta con un nivel de acolchado, amortiguación y materiales que nada tienen que ver con un zapato formal, construido con pieles más gruesas, refuerzos, contrafuertes, cosidos, suelas de piel y no espuma, tacones macizos, etc…

No obstante, es cierto que el zapato formal requiere normalmente de un pequeño período de adaptación. Pero una vez que lo pasamos, podemos conseguir un zapato perfectamente cómodo y adaptado a nuestro pie. Generalmente las zonas que más molestas son los laterales y el talón del zapato. Estas partes en el zapato suelen estar refozardas con lo que se llaman contrafuertes. Estos suelen estar hechos de una piel más rígida o incluso cartón. Y hasta que se moldean y adaptan puede pasar algunas horas o días de uso.

Un buen truco puede ser usarlos en casa algunas horas o de vez en cuando para ir adaptándolos antes de su uso contínuo. También, si donde nos molesta es en el talón, podemos doblar la punta del talón hacia adentro -sin miedo- como si quisiéramos chafarla, y mantener presión en esta zona haciendo movimientos hacia abajo. Esto hará que pierda rigidez y acelerará su capacidad de adaptación a la forma de nuestro pie.

Otra recomendación es que durante esas pruebas de uso en casa nos sentemos en una silla y doblemos las puntas como si quisiéramos ponernos de puntillas. Consiguiendo el mismo proceso, que la piel se amolde y pierda rigidez para adaptarse mejor a nuestro pie.

No tengamos reparo porque aparezcan arrugas con estas prácticas, si hemos comprado un zapato de cierta calidad su piel se adaptarán sin problemas, teniendo un grado natural de elasticidad y recuperación. No obstante, guardarlos en hormas de cedro es otra recomendación interesante para conseguir que su piel se mantenga tersa y como el primer día, tras el uso.

No obstante, a la hora de elegir la talla debemos tener en cuenta que al probar un zapato no debe bailarnos en ningún momento el pie dentro. Debemos sentirlo algo justo, pero no incómodo, y como decíamos anteriormente jamás compararlo con la comodidad inicial de una zapatilla deportiva. Es más, si no estamos habituados, no sería recomendable ir a comprar zapatos portando zapatillas, chanclas o calzado relajado similar porque nuestro pie con este tipo suele expandirse, hincharse y a la hora de probar un zapato más formal cualquier cosa nos parecerá incómoda.

[Parte de esta información ha sido extraída de la Revista “Cómo cuidar tu calzado.” Hazte con ella.]

Gracias por leer hasta aquí y recuerda que tus comentarios, aportes y sugerencias son siempre bienvenidos.

[Todas las imágenes usadas son propiedad de John Lobb.]

4 comentarios en “La talla correcta de zapatos.”

  1. Jose Perez Alcaraz

    Totalmente cierto y algunos comercios se extrañan cuando se les dice que llevas una talla de zapatillas y otra de zapatos, otros lo achacan a diferencias entre fabricantes pero lo cierto es que diferentes materiales (también diferentes fabricantes) junto a diferentes usos dan resultado diferentes tallas, yo en zapatillas de deporte uso un 45 y en náuticos tengo algunos con unos años que son el 43.

    1. Hola. Sí, así es, se extrañan algunos. Pero es algo muy normal, efectivamente no sólo por ser diferente tipo de zapatos sino también por marcas distintas. Pero lo cierto es que teniendo tanto poder el e-commerce hoy día no entiendo porqué las marcas no unifican tallas para facilitar al consumidor la compra online. Se ahorrarían a medio plazo gestiones, cambios de tallas y devoluciones.

      Un saludo.

  2. Coincido en lo importante de domar los zapatos porque últimamente me estoy acostumbrando a llevar zapatillas y después cuando vuelvo a los zapatos me cuesta mucho adaptarme a ellos.

    Saludos.

    Salvador.

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