Arnau Aguilar pertenece a esa escasa generación de verdaderos sastres artesanales que con dificultad se abre paso en este complicado sector. El día que conocí de su existencia me alegró mucho saber que en Barcelona también surgen nuevos pupilos de este noble arte textil.
Muy pocos son los jóvenes que deciden dar el paso hacia la formación en este oficio. Y es que, si bien es cierto, son necesarios al menos entre 6 y 8 años para empezar a dominar las técnicas de corte, costura y planchado, pero ¿acaso no pasan muchos el equivalente en ese tiempo entre Universidad, posgrados y formaciones varias, antes incluso de empezar a formar parte del mundo laboral dentro de su sector?
Al margen de que la enseñanza dentro del gremio sufra una total desactualización, lo cierto es que desde el sector no se promociona en absoluto la formación de nuevos profesionales, quizás por miedo a que éstos se conviertan en futura competencia, pero no parecen darse cuenta del problema que supone estar llegando a una insostenible falta de mano de obra cualificada.
Arnau Aguilar es un vivo ejemplo de esto que os cuento. Él, a quien a día de hoy le apasiona y encanta su trabajo, entró a formar parte de este gremio por pura casualidad, cuando alguien con el que coincidía en el camino diario hacia sus estudios de patronaje, le propuso introducirse en el mundo de la sastrería viendo su ilusión y ganas cada día por aprender. Comenzó con el Sastre Antonio Trigo, y más adelante completó su formación con uno de los sastres más conocidos actualmente en Barcelona, Jose María Blasi. También ha trabajado en el taller de algunas de las sastrerías más prestigiosas como Santa Eulalia, reconocido establecimiento considerado de los mejores de Europa en su segmento.
Sin embargo, no vamos a hablar de la vida y obra de este joven catalán. Y no por falta de ganas por mi parte o mérito por la suya. Creo mucho más interesante describir sus cualidades a través de un encargo con el que podremos descubrir sus peculiaridades y personalidad como sastre.
¡Vamos a ello!
La chaqueta es la prenda por excelencia dentro de la sastrería tradicional, quien domina -a todos los niveles- su ejecución puede realizar prácticamente cualquier encargo en sastrería. Arnau nos demostrará, a través de una serie de reportajes, su dominio absoluto de esta prenda. Para ello hemos definido el encargo de una chaqueta bajo la premisa de ser polivalente, atemporal y sobre todo que se identifique con su estilo personal.
El paño elegido en esta ocasión pertenece a la colección de la firma italiania Drago. En concreto se trata de una esterilla sencilla en 100% lana Super 140´s con unos 280 gr de peso, procedente del catálogo Bluefeel.
La tonalidad elegida es un azulón intenso con una trama real definida entre dos tonos que me obliga a advertiros de que en las fotos que veremos posteriormente del tejido no se aprecia el tono real del mismo ni por asomo, pero por suerte en estas imágenes si que fui capaz de tomar una referencia fidedigna. En concreto se trata de la tercera referencia dentro de los azules.
Arnau nos atiende en su casa, un bonito y luminoso duplex en la zona de Poblenou, justo detrás del Port Olímpic de Barcelona. Dice mucho de un profesional que nos abra -literalmente- la puerta de su casa, y él lo hace sin reparo alguno. Eso, al menos en mi caso, te hace sentir a gusto y ayuda a romper esa barrera inicial que siempre existe entre Sastre y cliente.
Él es un tipo simpático y muy agradable en las distancias cortas, pero conciso y serio. Sabe lo que tiene que hacer y va marcándonos perfectamente el ritmo en todo momento, sin titubeos.
Tras una breve charla en su taller sobre las ideas de cada uno para esta chaqueta -ver foto inicial de este artículo-. Definimos algunos parámetros para la misma. Como la solapa Hassan de 10 cm -descubriremos luego lo que es-, la configuración de hilera sencilla de 2 botones, medio forro en algodón camisero con los vivos también forrados y 2 bolsillos de vivos con cartera muy inclinados para los laterales.
Este será el punto de partida de esta chaqueta. El corte de la misma será escogido por completo por Arnau, confiando así que nos demuestre cuáles son sus peculiaridades a la hora de cortar una chaqueta de este tipo.
Una vez elegida la configuración, pasamos al probador que está una planta más arriba y comienza la toma de medidas. En ella Arnau revisa cada detalle de mi anatomía superior. Advirtiendo una caída de hombros desigual (que yo ya conocía) y algún que otro aspecto más, útil para tener en cuenta en el corte, aunque esta información supongo que le será de mayor ayuda en la primera prueba.
Tras esto, poco más hacemos aquel día, y me emplaza a volver pasados dos días para que descubramos el marcado y corte de la chaqueta. Decir en este punto que Arnau usa un método algo distinto al habitual en otras sastrerías. Ya que él realiza una primera prueba muy en bruto, tan sólo con el corte de la chaqueta ligeramente entretelado e hilvanado, pero sin avanzar demasiado. Esto le permite sacar mucha información inicial y además poder hacer esta primera prueba en cuestión de 24-48 horas, ya que su preparación se realiza mucho más rápido.
Así que pasadas 48 horas vuelvo a visitarle y esta vez, aunque no sea así con el cliente, puedo ser testigo de la parte final del marcado y el corte.
Arnau prepara todo para seguir y descubro un marcado ya muy avanzado, sobre todo en lo que al delantero se refiere. Sobre él podemos ver la forma de la solapa y los bolsillos tanto superior como inferiores. Así como vislumbrar a grandes rasgos el corte que tendrá la chaqueta.
La solapa Hassan me gusta, su cran es bastante más cerrado que el típico visto en sastrerías de Madrid. La línea ligeramente curva que dibuja el cuello me gusta. Propuesta por Arnau, esta solapa es diferente a cualquiera que hasta ahora haya elegido y si bien al principio sentía cierto reparo, en cuanto descubro su diseño quedo plenamente satisfecho.
Sobre este marcado podemos ver también definidas las ensanchas de tejido.
Es un gusto ver a un sastre dibujar sobre el tejido. Es cuando de verdad descubres su soltura y bagaje con estas técnicas. Como si del plano de un edificio o el lienzo de un cuadro se tratase, Arnau va corrigiendo y perfeccionando cada detalle. Muchas de las técnicas usadas para el dibujo me recuerdan inevitablemente mis años de estudio en Arquitectura Técnica.
En las siguientes imágenes vemos cómo Arnau redefine el conjunto de cran y cuello para hacerlo más a su gusto. Es en esto casos donde nos damos cuenta también del grado de artesanía y personalización con el que cuenta una prenda de verdadera medida.
Llega la hora del corte, y con decisión Arnau comienza a separar trozos de tejido que van cobrando sentido, siempre con el tejido doblado por la mitad y sacando todas las piezas por duplicado.
Por último, una vez cortadas todas las piezas, la pertinente comprobación de casados y por hoy punto y a parte. Ya que Arnau ahora preparará la prueba para mi próxima visita a Barcelona que pronto os mostraremos.
La experiencia vuelve a ser todo un honor, por muy acostumbrado que esté ya a ser testigo de estos trabajos. Pero cada profesional tiene sus mañas, costumbres y diferenciaciones, y personalmente me encanta poder descubrirlas y transmitíroslas en estos reportajes.
Ya estoy ansioso por volver y ver los avances de esa curiosa prueba en bruto, para comprobar como, una vez más, ese frío y anodino trozo de tela comienza a cobrar vida y a definir sus formas.
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