Siguiendo con la tradición de compartir con vosotros no sólo mis experiencias en el mundo de la Moda y Artesanía, sino también todo aquello que estéticamente me resulte inspirador y digno de mención, hoy retomamos la temática de Diseño y Arquitectura con esta sorprendente construcción diseñada y producida por Hunter Leggitt Studio. Estudio de Arquitectura procedente de Estados Unidos, concretamente en la pequeña población de Wofford Heights en el condado de Kern (California).
El proyecto tiene como nombre Cabaña 510, y gran parte de su atractivo no sólo está en el diseño sino en el proceso llevado a cabo para conseguirlo. Este estudio de Arquitectura americano decidió contar con la ayuda de 7 estudiantes con poca o ninguna experiencia en el trabajo. En parte también a las austeras exigencias económicas por parte del futuro propietario, decidieron convertir la construcción de esta singular casa de campo en una experiencia formativa para dichos estudiantes.
Me parece todo un acierto la mezcla de tonos ceniza y roble para los tablones de madera que cubren los paramentos exteriores, que con el contraste del cubículo central en panel chapado color gris claro, consigue un conjunto muy en esa tendencia del vintage renovado que en los últimos tiempos está tan de moda en casi cualquier corriente de diseño.
Y si nos parece acogedor e interesante por fuera, sólo tenemos que ver el interior para terminar de sorprendernos. Resulta fascinante cómo en una superficie de tan sólo 102 m2 y jugando con materiales, alturas y distribuciones se puede conseguir aprovechar tanto el espacio.
Generalmente la disposición de cualquier cabaña o casa de campo de dos plantas suele contar con la zona de ocio y zonas comunes en la Primera Planta (Salón, cocina, sala de estar, etc) y se deja para las zonas de mayor intimidad las Segunda Planta (Dormitorios). Sin embargo, en esta ocasión es totalmente al contrario.
¿Porqué?
El estudio pasaijístico de la zona determinó que en la segunda planta las vistas y perspectivas de la zona eran más atractivas, y puesto que las zonas comunes suelen ser las de mayor uso, decidió ubicarse todo ello en esta planta.
Por lo tanto, tanto dormitorio principal como secundario se encuentran en la primera planta a nivel del terreno.
La escalera, si os fijáis en las primeras fotos de exteriores, descubriréis que se encuentra dispuesta en un lateral de la edificación, y justo comienza en lo que sería la entrada y da acceso directo a la segunda planta, como podéis ver en la imagen a continuación.
Otro detalle digno de mención es la diferencia de altura entre la planta inferior y la superior, consiguiendo en la zona de dormitorios espacios amplios pero más acogedores y cálidos. Sin embargo, en la zonas comunes las estancias diáfanas ganan altura consiguiendo sensaciones de mayor espacio y luminosidad natural. Todo ello potenciado por el gran ventanal pivotante que da acceso a la terraza desde el salón con cocina incorporada.
Fijáos detenidamente como el tamaño real de toda la habitación realmente no es tan grande como lo parece, sin embargo da la sensación de ser así. En las siguientes dos imágenes podréis comprobarlo.
Encontramos contraste del techo y suelo en tonalidades naturales, pero diferentes, que sumado al blanco impoluto de las paredes ayuda a transmitir amplitud y confort a partes iguales. Los grandes ventanales se suman a estas sensaciones e integran el entorno de la vivienda dentro de la misma.
El diseño interior es sencillo y funcional, también a medio camino entre lo tradicional y moderno, resuelto de forma coherente. Recordemos que se trata de una casa de temporada, por lo que se puede permitir el lujo de prescindir de ciertos aspectos en pro de la comodidad circunstancial.
Sin duda, esta cabaña es todo un ejemplo de buen hacer, armonía y sentimiento a la hora de construir.
Magnifico