Si echamos la vista atrás es más que probable que la mayoría de nosotros sintamos una mezcla entre vergüenza y sorpresa al descubrir cuál era nuestro atuendo no hace tanto tiempo. Esto no sólo nos demostrará que somos, en mayor o menor medida, influenciados por las modas pasajeras, sino también será una buena prueba que demuestre que estamos evolucionando en nuestro vestir.
Con anterioridad hemos hablado de algunas de las claves para vestir mejor, cómo seguir configurando nuestro armario o como obtener un fit a nuestro servicio. Hoy quiero seguir en esta línea y compartir con vosotros lo que para mí son las 4 Formas de tener un estilo diferente en Verano.
Primero: Tonalidades naturales y neutras
El australiano Patrick Johnson -dueño de P.Johnson Tailors– lo sabe hacer muy bien desde hace unos años, cuando optó por enfocar su proyecto hacia una moda y sastrería más neutra, natural y fácil de vestir, alejada de toda formalidad y sin por ello perder estilo y elegancia. Probablemente sea el mayor exponente de esta tendencia en la actualidad, y podría servirnos de ejemplo práctico de prácticamente todo lo que comentaremos aquí hoy.
Si tuviéramos que identificar a este estilo con una sola palabra esa sería, sin duda alguna, FÁCIL. Es un estilo fácil de vestir, fácil de ver y fácil de combinar. Pero la clave de esto último, como apuntamos en este primer apartado, la aporta el color. Con una paleta de color muy natural, basada en tonos tierra, ocres, azules desaturados, blancos rotos y algún que otro gris medio. Tonalidades que nos ofrecen una combinación casi instantánea de cualquiera de estas prendas entre sí.
Esta tendencia la encontraremos también en firmas como Berg & Berg o Saman Amel o Stoffa. Y algo de este estilo encontraremos de vez en cuando en SuitSupply y últimamente también en la española Massimo Dutti, quizás bajo la inspiración de las anteriores. Sin embargo, el éxito está en que no dejemos que esto sea una tendencia pasajera sino que asimilemos sus virtudes y comprobaremos que vestir, y hacerlo con elegancia, será mucho más fácil de lo que era antes. Y es que cuando el color pasa a no ser especialmente protagonista son los detalles los que cobran importancia.
«Cuando el color pasa a no ser especialmente protagonista son los detalles los que cobran importancia.«
Segundo: Corte relajado, favorecedor pero cómodo
Esto lo sabe, y lleva a la práctica, Andreas Larsson perteneciente al equipo de Berg & Berg, que desde hace algún tiempo ha comenzado a vestir no sólo con esta tendencia de color sino usando un fit en sus prendas algo más confortable y relajado. Y esto no sólo se nota en las hechuras sino también en los materiales, haciendo nuestra aliada a la arruga, disfrutando de la informalidad y relajación que nos ofrece a la vista.
Prendas muy alejadas del oversize del que todos huimos pero también de la tendencia slim que todo parece inundarlo. Un punto intermedio de equilibrio y mesura necesario, útil y práctico. A veces diría que incluso más exigente que ambas opciones anteriores, pero con un resultado perfecto a la vista.
Andreas Weinås es otro claro ejemplo de este estilo y si nos fijamos en estos dos atuendos observamos que las hechuras relajadas de sus prendas son evidentes y que no sólo no teme a la arruga, sino que la lleva con estilo y naturalidad.
Tercero: Prendas y accesorios diferentes e inesperados
En las imágenes que comenzaban a ilustrarnos este artículo hemos descubierto prendas y accesorios un tanto especiales, como chaquetas con cuello Mao, pantalones de corte formal en lino y vestidos con alpargatas de esparto o drivers, o sobre estas últimas imágenes slippers de ante acompañando a un traje de lino azul. Convendréis conmigo que todas estas opciones son cuanto menos diferentes pero en ninguno de los casos resultan chirriantes dentro de sus looks correspondientes.
¿Por qué?
Porque siguen la misma tendencia de sobriedad y naturalidad que comentábamos antes. Sin excentricidades ni florituras, siempre desde el equilibrio.
Sobrecamisas, saharianas, poleras y mocasines de todo tipo son algunas de las prendas habituales dentro de este estilo, siempre con la filosofía del «Menos es más» como seña de identidad. Y más allá de los colores, ahora le toca el turno a los materiales…
Cuarto: Predominancia de lisos pero con textura
Si nos fijamos, son pocas las prendas en esta tendencia que tiran de cuadros, rayas o cualquier otro estampado como recurso estético. Sin embargo, tampoco solemos estar ante tejidos o materiales puramente lisos. Es decir, son lisos o falsos lisos en cuanto a tonalidad pero si nos acercamos descubrimos infinidad de texturas diferentes. ¡Aquí radica su encanto!
Espigas, solaros, seersucker, hopsacks, piqués, oxfords, y un largo etcétera de estructuras con la única finalidad que seguir ofreciendo un aire desgajado, cómodo e informal a nuestro atuendo.
Estos cuatro puntos definen, en general, a este estilo que es tendencia hoy día pero que puede convertirse, sin miedo a equivocarnos, en el leitmotiv no sólo de nuestro vestir veraniego, sino también de la base de todo nuestro estilo personal.