Visitando el Marlin Blue Beach Club (El Portil)

Llevaba un par de semanas con ganas de pasarme por este sitio y por fin este pasado fin de seman he podido acercarme. Se trata del Marlin Blue Beach Club situado en la zona costera de El Portil (Huelva).
Un espacio en el que conviven la restauración -con un toque diferente- y la diversión y relax en su zona  de cócteles y chill out.
Concretamente fuimos este sábado pasado rondando el mediodía, tras una sesión de sol y playa, ya que ésta se encuentra justo al lado. Nos sentamos en la primera terraza que encuentras nada más llegar, ya que es un espacio totalmente abierto a la naturaleza y el paseo paralelo a la carretera que cruza el nucleo urbano de El Portil, como veremos más adelante.
Justo a nuestro lado teníamos una pasarela de madera que además de llevar a la playa, en una bifurcación rodeando la terraza nos guiaba hacia la zona chill out.

Todo el diseño y decoración esta pensado para conseguir cierta mimetización de los espacios con el entorno natural que rodea a este establecimiento. Ya que se encuentra situado camino de la playa sobre lo que podríamos considerar un pequeño acantilado de dunas fijadas por los árboles que flanquean el acceso a la playa de El Portil.
Venimos con hambre porque la playa ya sabemos todos que cansa mucho, así que no tardamos en pedir la comida. Comenzamos con una Ensalada Capresse para compartir, que como podemos ver a continuación era una mezcla de tomates, rúcula, mozzarela, pesto casero y piñones.
Estaba realmente buena y muy fresca, por lo que a pesar del calor de ese día entraba muy genial para abrir boca.

Tras la ensalada pedimos un plato principal para cada uno, y en mi caso fue una Hamburguesa Ibérica de Buey. Este plato está compuesto, como su nombre indica, por 210 gr de hamburguesa acompañada de jamón ibérico, foie a la parrilla y cebolla caramelizada, con su guarnición.
Como podéis imaginar estaba francamente buena y jugosa. Y quien me siga en Instagram ya sabrá de mi afición y experiencia en el mundo de la hamburguesería…

Con un poco de esfuerzo decidimos pedir un par de postres para compartir, decantándonos por la Tarta de 3 Galletas y 3 Chocolates y, por recomendación del cocinero -Alberto Godoy-, también la Tulipa de Galletas con crema de cítricos y coco helado.
Ambos estaban muy buenos y duraron poco en el plato, en especial la crema de cítricos y el helado de coco ya que su suave sabor y matices eran perfectos para la sobremesa.

Terminamos de comer y tras charlar un rato, decidimos trasladarnos a la zona Chill out para disfrutar un rato de las vistas y el ambiente relajado que reinaba a esas horas, todo ello regado con un fresco mojito para bajar la comida.
A cada paso que damos seguimos descubriendo un espacio tranquilo, acogedor y cuidado, que invita a quedarnos por allí largo tiempo…

Estructuras de madera, pasarelas, incluso puentes, todo ello respetando la frondosa flora que de forma atípica abunda por esta zona de la playa onubense.
Pinos, palmeras o arbustos conviven sin problema con este lugar de ocio y diversión.

Estoy seguro de que a ciertas horas de la noche esos puf y jaimas estarán repletos de gente guapa y buena música entre copas y risas, pero justo después de comer y con el mar en el horizonte invitaba sin dudarlo al sosiego y tranquilidad.

Elegimos una de las zonas con lo que parecían entre jaimas y sofás de madera, pero en un par de ocasiones no pudimos evitar levantarnos para admirar las estupendas vistas a la costa que nos ofrecía aquel sitio…

 Todo ello mientras mi padre aprovechaba para ponerse cómodo un rato…

Ahora que hemos podido conocer este sitio en persona, no creo que tardemos en volver porque la localización es estupenda, el servicio muy amable y atento, la cocina cuidada y abundante y el precio realmente muy bueno.
¿Qué más se puede pedir?
¡Seguimos con el Lunes!



Deja un comentario

Descubre más desde SinAbrochar

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Scroll al inicio