¡ Tavireando !

Me declaro un enamorado de todo el Algarve portugués, y los que me seguís en las Redes Sociales habréis comprobado que con bastante asiduidad me dejo caer por cualquiera de sus rincones, ya que desde Huelva lo tenemos realmente muy cerca.

Esta es la región más suroccidental de Europa, que es visitada por más de 9 millones de personas al año, convirtiéndose en la zona más visitada de Portugal. Y yo, como buen onubense me conozco bien gran parte de su geografía, y poblaciones con tanto encanto como Albufeira, Faro, Lagos, Quarteira, Portimao, Loulé, Sagres. Donde podemos disfrutar de grandes paisajes, playas y muy buena gastronomía autóctona.

Con más de 150 km de costa os podéis imaginar la cantidad de playas que hay en esta zona. Y para mi gusto muy bien gestionadas, limpias y acondicionadas. Eso sí, el agua al proceder del Atlántico está tremendamente fría, incluso en Verano.

Suelo ir con Tassel e Irene simplemente a pasar el día o incluso algún que otro fin de semana.

Algunos ya sabéis de mi afición a la buena gastronomía, y en el Algarve esto es algo a destacar. Con infinidad de sitios diferentes y muy variados, para todo tipo de públicos y precios.

Todavía recuerdo cuando iba a pasar el día con mis padres hace 15-20 años y viajar allí era como hacerlo al pasado. Los coches eran antiguos, las casas daban la impresión de caerse a trozos y todo rezumaba cierta decadencia a veces excesiva. Sin embargo, en esta última década he podido ser testigo, con mis constantes visitas, de la tremenda evolución llevada a cabo.

El turismo, sobre todo internacional (Alemanes, Holandeses, Belgas…), ha dado una nueva vida a toda esta región que poco a poco ha sabido situarse a la altura de lo que se esperaba de ella.

Eso sí, todavía encontramos -por suerte- muchos resquicios de esa decadencia arquitectónica con rincones como este que vemos a continuación.

 Pasear por sus barrios en determinadas ocasiones puede hacernos sentir en otro mundo, lleno de color. Un color diferente, añejo, con encanto. Bajo estas líneas descubrimos otro pedazo de ese mundo tan portugués…

Las imágenes que véis en este artículo están realizadas en el centro de Tavira, uno de esos pueblos encantadores y que miran al mar que, como no, esconde rincones preciosos.

Un lugar que, sin duda, merece la pena conocer.

¡Más viajes pronto!