Arrancar el motor con ese rugido capaz de sacarnos una sonrisa, poniendo rumbo a ninguna parte, sintiendo cada curva, apurando cada frenada y balanceando el cuerpo contra el asiento con cada golpe de acelerador.
Muchos usan guantes como complemento superficial y casi absurdo, pero… ¿Has probado a usarlos de verdad para conducir?
Con ellos todo se intensifica. El tacto de la piel nos hace sentir cada milímetro de agarre al volante, y asegura el máximo control de la palanca de cambios, evitando sudor o deslices.
Pero, vayamos por partes…
La presentación que Huckle & Harper nos hace de estos guantes es, una vez más, exquisita. Una caja de cartón forrada y rígida que da paso a una bolsa de algodón con cierre de cordón. Totalmente a la altura del producto.
Dentro, en este caso, dos pares de guantes, uno en color tostado y otro en marrón chocolate.
Nada más sacarlos apreciamos ese increíble tacto de la piel de cordero. Tan suave, sedoso y agradable que, a pesar de no contar con forro en su interior resultan francamente cómodos en la puesta.
Un gran inconveniente que suelen presentar los guantes en general es dotar a quien lo porta de una falta total de tacto. Sin embargo, con este modelo confeccionado a mano de Huckle & Harper esto no pasa. La adaptabilidad y suavidad de la piel hace que sintamos en todo momento lo que tocamos. Eso sí, sin dar sensación de fragilidad.
Esa superficie ligeramente rugosa que apreciamos en la imagen de abajo, le otorga la adherencia necesaria en cada circunstancia.
Una vez más, por parte de esta marca española, nos encontramos con un producto plagado de detalles en cada uno de sus rincones. Como el grabado que encontramos en la tira interior de la muñeca, o el botón personalizado con el logo.
¿Todavía no sientes la artesanía que rezuma en cada poro de estos guantes? ¿En serio?
Si nos fijamos, además de las perforaciones regulares en la superficie, a modo de ventilación, encontramos cuatro orificios de mayor tamaño que deberían coincidir con la zona de los nudillos, para facilitar la flexibilidad y doblado de esta zona al cerrar los puños. Pero en mi caso, quizás por la morfología de mis manos, estos no coinciden. No obstante, resultan francamente estéticos y acordes con el resto del diseño racing, y en ningún momento esto supone mayor inconveniente.
En el interior de la palma nos encontramos más orificios de ventilación, y en la parte interior de los nudillos una serie de líneas rugosas con relieve para dar aún más agarre y adherencia en esta zona. También podemos apreciar la costura de la pieza anexa que formaría la zona del pulgar.
Este detalle nos hace recorrer cada costura para comprobar, con asombro, que cada uno de estos guantes está hecho únicamente mediante el corte y cosido de dos piezas completas de piel.
A pesar del botón, en mi caso prefería llevarlos sin abrochar. Me resultan quizás algo más cómodos. Pero ello no impedía que en todo momento los sitiese bien sujetos a mis manos.
¿Todavía no has probado la experiencia de conducir con guantes? No te lo puedes perder. Además, siempre serán un bien complemento para tus looks.