Segunda Prueba en Sastrería Blasi

Hace algunas semanas estuve en Barcelona y tuve ocasión de poder visitar de nuevo Sastrería Blasi para poder continuar con la segunda prueba de mi nueva chaqueta. Este puede ser un buen ejemplo de que a veces un encargo de sastrería requiere de paciencia tanto por parte del sastre como del cliente, ya que en este caso  por trabajo, compromisos y agenda me resultó imposible volver a Barcelona con la celeridad que me hubiera gustado. Como habremos podido comprobar, la chaqueta es de Invierno y estamos ya a las puertas de la Primavera, lo que obligará a hacer su estreno la próxima temporada. Esto es algo que, aunque no es habitual, puede llegar a ocurrir, y hay que entender que son gajes del oficio, por el que probablemente todo aficionado a la sastrería con cierta experiencia habrá pasado. En este caso, como os decía, asumo enteramente mi culpa pues creo recordar que la prueba estaba preparada desde Enero. Desde aquí pedir disculpa a Josep María Blasi y su equipo por ello.

Sin embargo, cuando llegué aquel día Blasi, a pesar de mi error garrafal, no hizo más que recibirme con la simpatía y amabilidad que le caracteriza. ¡Qué importante es encontrar buen feeling al visitar una sastrería! Sentirnos cómodos, confiados y bien asesorados es algo imprescindible en este sector. Y entre temas personales, discusiones banales y muchas risas casi sin darnos cuenta pasamos al probador a testear esa segunda prueba que tenía una pinta estupenda.

Como podéis ver en las fotos, en este caso Blasi realiza una segunda prueba muy avanzada en cuanto a construcción y acabado. Esto, sumado al perfecto ajuste que encontré en la prenda, te deja unas sensaciones muy positivas. Sin embargo, te reduce la capacidad de maniobra en algunos aspecto. Por ejemplo, hubiera preferido bajar algo más los ojales del cruce (ya sabéis de mi preferencia personal) y en este caso ya era imposible. Aunque he de reconocer que no me resulta mala idea de tener chaquetas con diferentes cortes de cruce en mi armario, y que cada una tenga personalidad propia.

En esta prueba también descubrimos las grandes posibilidades de esta chaqueta, a pesar del protagonismo de sus cuadros y colorido. Como ya intuíamos su combinación puede ir más allá del pantalón de corte formal y ser usada con facilidad con vaqueros u otros pantalones más desenfadados.

Como os decía, me encontré ante una prueba sorprendentemente bien ajustada tanto en sisas, hombros, cuello, espalda y largos. Y digo sorprendentemente porque una prueba está precisamente para eso, para ver cosas a corregir por lo tanto encontrar detalles a modificar es algo normal en estos casos. Y aunque evidentemente hubo cosas que retocar, lo verdaderamente importante estaba ejecutado de manera perfecta, como podéis ver.

Ni que decir tiene que el acabado de esta chaqueta artesanal es magnífico, con solapas y entretelado picados a mano, forrería, ojales, bolsillos, pespuntes y todo cosido íntegramente a mano.

Sin duda la experiencia sartorial en Sastrería Blasi está siendo todo un lujo, y no lo digo a la ligera sino porque de verdad así lo creo. Esta sastrería barcelonesa sabe lo que es dar un servicio a la altura de su producto y calidad, y sobre todo hacerte sentir a gusto y parte del proceso, algo que parece obvio pero que no encontramos con tanta facilidad como cabría esperar.

Estoy deseando continuar y ver el resultado final, pero sin prisas porque quedarán algunos meses por delante para que esta chaqueta pueda ser usada. Os iré contando en próximos capítulos su evolución.

 

 

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