Recogida y prueba final de Americana a medida de Sastrería El 91. (Capítulo V)

Y por fin, tras cuatro capítulos en los que os he ido contando todas mis experiencias e impresiones con una de mis primeras prendas de sastrería artesanal gracias a la Sastrería El 91, afincada en Madrid, llega hoy la publicación del quinto y último capítulo en el que veremos los resultados finales y todos los detalles.
A continuación, y para los que no habéis tenido oportunidad de seguir paso a paso esta serie de artículos, os dejo enlace a los cuatro capítulos anteriores:
Si, a excepción de la primera fase de elección de tejido y detalles, todas las demás fases trascurrieron en el taller, en esta ocasión la prueba final tuvo lugar en la Sastrería. Rincón situado en el número 14 de la conocida calle Rodriguez San Pedro (Madrid).

Sin pretender desmerecer a otros establecimientos, este en particular me encanta, ya que me parece una bocanada de aire fresco dentro de la propia calle e incluso en comparación con otras tiendas del Madrid. Un lugar sin estereotipos o ideas preconcebidas de sus clientes, en el que estoy seguro de que todo se sentirá a gusto al entrar.

Tras desayunar con Paul y saludar a Ana como si fuera de la familia (Una pena no coincidir nunca con Caterina por allí) procedemos a lo interesante… probar la americana que con tanto detalle y trabajo hemos estado configurando durante estos meses atrás.
Arriba podemos ver la primera prueba de la chaqueta en la que se observa en una imagen general que se ha conseguido todo lo que se pretendía: Un largo algo más reducido, unas mangas entalladas, una solapa amplia pero no desmesurada, un encuentro entre cuello y solapa alto y abierto, puntas ligeramente redondeadas, bolsillos tipo parche un tanto especiales..
En la imagen siguiente vemos cómo de espalda me queda bastante limpia y encajada, y que el largo es más corto de lo normal pero no muestra el trasero. Eso que véis abajo a la derecha es fruto de una repentina doblez de una de las aberturas traseras de la chaqueta que se debió quedar pillada con algo del pantalón.

En la imagen bajo estas líneas podemos comprobar cómo encajan perfectamente los hombros y caen perfectamente las mangas desde la corona. Como ya vimos en la Prueba de afinado, el sastre le dio mucha importancia a los hombros, retocando en todas las fases y haciendo especial hincapie en esta zona de la chaqueta. El resultado es a todas luces muy bueno.
En la imagen siguiente vemos detalle de la caida del bajo y mangas, así como la forma peculiar del bolsillo, que luego veremos mejor.
En esta imagen de abajo se me pilló revisando cada detalle de la americana, entre ellos el forro interior en un sencillo azul marino. Recordaros que con esta chaqueta buscaba una prenda básica como fondo de armario que fuera polivalente y con la que poder abarcar un gran abanico de posibilidades.

Arriba vemos en una foto rápida algunos detalles de los que más contento me tienen. Y es que mi gran problema con las americanas RTW es que al tener unas caderas y trasero de mayor tamaño para el resto de mi cuerpo, siempre suelo abrir en exceso la zona baja de las chaquetas y en concreto las aberturas traseras. Como podéis ver en este caso, con esta prenda no ocurre ese indeseable efecto.
Pero como las prendas hay que probarlas tranquilamente en casa y ver todos sus detalles frente al espejo, aquel día, tras tener una animada charla con Paul y despedirme, me llevé la chaqueta con ganas de probarla mejor. Y ahora veremos el resultado…
Haciendo un breve inciso me gustaría que prestásemos cierta atención al tejido -recordemos una Lana 100% del catálogo Royal 12 de Dormeuil, de 370 gr.-, y como podemos comprobar en la imagen sobre estas líneas se trata de un gris medio muy combinable y que junto al corte y diseño de la chaqueta nos ofrece muchas posibilidades.
Tanto en la imagen de arriba como en la de abajo podemos comprobar, una vez más, la perfecta resolucion del hombro. También podemos ver en detalle el cuello y solapa, y el ojal a mano con hilo de seda que corona un trabajo artesanal y nos delata la procedencia de la chaqueta.
Una de las peculiaridades más llamativas de esta chaqueta son, sin duda, sus bolsillos. Tipo parches totalmente redondeados y con abertura invertida también en curva. Toda una obra de artesanía cosida a mano.

Los botones fue algo en lo que reflexionamos en su día y que comenté con Paul, porque quería que mantuviesen la esencia polivalente del resto dela chaqueta. Así que finalmente me decanté por unos azules tipo corozo con varios tonos. Discretos y combinables.
También pedí expresamente que los ojales y botones estuvieran separados entre sí, que no montasen uno encima del otro. Cómo no, todos los ojales están confeccionados a mano.

Vayamos a ver la espalda con tranquilidad…
Ya lo vimos antes, pero volvemos a comprobar que la limpieza de la espalda y hombros es extraordinaria. Estamos ante una chaqueta que se ciñe y pega a mí pero que me deja la libertad necesaria para que me encuentre cómodo y pueda moverme sin problema. ¿Qué más se puede pedir?

La caida y ancho de las mangas es también un punto en el que el sastre prestó especial atención, y que creo que hemos conseguido afinar a la perfección. Si en la imagen de arriba no os queda claro, en la de abajo creo que puede verse como la manga parece una segunda piel cuando cae pero para nada resulta estrecha en el uso.

Todo tiene un fin, y este ha sido el último capítulo de una gran experiencia vivida con los profesionales -y amigos- de Sastrería El 91. Aunque estoy seguro de que esto no ha hecho más que empezar. Mi valoración general del proceso no puede ser más satisfactoria, gracias a ellos he aprendido detalles sobre la confección a medida, el porqué de gran parte del proceso y sobre todo, me han permitido compartirlo con vosotros en estos cinco capítulos que han ido transcurriendo en estos últimos meses.
¡He podido disfrutar de mi primera chaqueta a medida artesanal!



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