No soy en absoluto experto, ni siquiera conocedor, de los entresijos de la mente. Diría que no sé ni cómo funciona la mía la mayoría de las veces, pero siento que con el paso de los años he ido desarrollando cierto carácter reflexivo e introspectivo que no siempre ha sido un ventaja pero que en ocasiones me ha hecho ser muy consciente de ciertas cosas.
Nuestra mente puede ser una gran aliada o una terrible enemiga.
Reconozco que llevo varias semanas para escribir este artículo, a veces con ganas y otras con pereza. Un día encontraba la manera perfecta de enfocarlo y al día siguiente pensaba justo lo contrario. Y es que hablar de nuestra mente no es nada fácil.
Son tantos factores los que cada día afectan a lo que pensamos, tantos aspectos los que interfieren en nuestro estado de ánimo que ser medianamente estables es todo un reto. Y eso ya sólo para conseguir lidiar con nosotros mismos y nuestra mente. Recordemos que además vivimos y nos relacionamos con otras personas, y todos a su vez con sus propias y peculiares mentes.
No parece sencillo, ¿verdad?
Varios años atrás era perfectamente consciente de que algo no iba bien. Estaba tan inmerso en la inercia que, a pesar de la necesidad de un cambio, no hacía nada por ello. Quizás por pereza o por ni siquiera saber por dónde empezar.
Los que tendemos al autodidactismo e independiencia por naturaleza a veces lo tenemos más complicado, creyéndonos erróneamente capaces de cualquier cosa sin ayuda de nadie. Si a ello le sumamos el pertenecer a la generación de la información, en la que crees que todo cuanto necesitas está en internet y es gratis, tampoco ayuda demasiado.
Y sí, de todo se acaba saliendo, pero… ¿De qué manera? ¿En qué estado?
Hace ya tiempo que, tras una época compleja por muchas razones, personalmente me siento bien, me noto contento, cada vez más encauzado y aunque con altibajos, en general mucho más estable y saludable en todos los sentidos. Sin embargo, ahora que hace algunas semanas que comencé a ir al psicólogo, me doy cuenta de que quizás hubiera mejorado mucho antes si me hubiera animado a contar con ayuda cuando de verdad la necesité.
Hace ya meses que había decidido ponerme como prioridad. No de manera egoísta, sino necesaria. De ahí que en Febrero de este año empezara a cuidarme físicamente, a contar con entrenador personal y a tomarme de verdad en serio mi salud. Y los resultados en muchos sentidos han sido extraordinarios.
Os seré sinceros… No tenía previsto contar en estos momentos con la ayuda de un psicólogo, pero desde POP Empower se pusieron en contacto conmigo a través de una amiga, y aunque como os digo me encontraba en un buen momento, me apeteció probar algo que nunca había probado antes.
Sí, yo aparentemente había conseguido salir de un gran pozo sin fondo, pero no tenía muy claro en qué estado. Creo que ni quiera me había parado a pensarlo. Como quien consigue salir de un túnel totalmente a oscuras y lo único que quiere es correr alejándose y olvidar aquello cuanto antes.
Hace unos días casualmente leí un artículo en el que se hablaba de las dos formas que tiene la mente de gestionarse, a través de lo que llamaban la mente consciente y mente inconsciente. Y me gustaría compartir con vosotros algunos de los datos más interesantes…
La parte consciente de nuestra mente representa un 10% del potencial operativo de nuestra cabeza (este es un dato importante) y es la encargada de:
- Recopilar y evaluar datos
- Tomar decisiones
- Dar órdenes
- Dar respuesta racional a situaciones
- Controlar memoria a corto plazo
- Ser consciente de lo que piensas
La segunda parte, la mente inconsciente, representa el 90% restante, y a pesar de no sentir que la tenemos es tremendamente poderosa, y es encargada de:
- La gran mayoría de funciones del cuerpo: Respirar, hacer la digestión, sueño, frecuencia cardíaca, curación física, control de temperatura. Todo sin que tengamos que estar pendiente de ello.
- Las emociones
- La imaginación y creatividad
- Crear y mantener los hábitos
- Obedecer las instrucciones de tu mente consciente
- Reaccionar ante lo que considera una amenaza
- Almacenar y recuperar recuerdos a largo plazo
En este interesante artículo hablaba también de la forma de trabajar de la mente inconsciente, que no es racional, no realiza juicios, y por lo tanto no entiende entre lo correcto e incorrecto. Simplemente acepta lo que se le dice como verdad y en función a ello se rige. Entonces autómaticamente piensas, sientes y te comportas en base a eso que considera la verdad.
Si te paras a indagar en tu mente, como estoy haciendo yo gracias a POP Empower, te das cuenta que justo esa parte inconsciente puede ser la fuente de todos tus éxitos y el foco de todos tus problemas. Sin embargo, es la otra -la parte consciente- la que estamos habituados a manejar y todo apunta que es la parte que podemos trabajar para poder llegar a cambiar y adaptar nuestra parte inconsciente, la que sienta las bases de nuestros actos.
Por mucho que tú le des vueltas a las cosas, que trates de sacar conclusiones, que pienses en el pasado y que trates de proteger tu futuro preocupándote de tu presente, estoy descubriendo que hay una diferencia abismal cuando cuentas con alguien que te guía en ese proceso. No porque estés mal, ni en una situación límite, sino porque simplemente te apetece mejorar, sacar conclusiones, ser consciente de cómo y por qué actúas de una manera determinada. Es una forma de conocerse a sí mismo para sacar lo mejor de ti.
Con POP Empower he superado la barrera de la pereza, ya que al ser una plataforma online, en la que tu psicólogo te atiende mediante videollamada puedes fácilmente acoplarlo a tu rutina y movilidad. Con profesionales detrás con años de experiencia y muy cualificados. Sin duda alguna mi experiencia está siendo francamente buena y muy enriquecedora.
Recuerda, la mente hay que entrenarla como el cuerpo.
Hola tocayo,
Me siento completamente identificado contigo en cuanto a la reflexión que has manifestado en el artículo.
Es la mente subconsciente la que domina nuestras acciones porque es en base a la vibración producida por nuestros sentimientos los que nos llevan a un resultado u otro.
Es fundamental pensar de una manera concreta sobre aquello que queremos para que se transfiera fielmente de la mente consciente a la subconsciente y se transmute en las acciones concretas que produzcan al final los resultados deseados.
Un abrazo.
Hola Salvador.
Me alegro que coincidamos. Uno va aprendiendo poco a poco a conocerse y de esta manera a intentar actuar cada día mejor.
Un saludo
Salva