El reportaje que hoy comenzamos es un proyecto que tenía muchas ganas de materializar desde hace ya algún tiempo. En SinAbrochar hemos ya tocado el mundo de la sastrería, pero siempre guardando las distancias y quizás de manera más teórica.
Hoy eso cambiará, ya que este no es más que el primero de una serie de reportajes que se irán sucediento a lo largo de las próximas semanas. Y con el que trataremos de adentrarnos de lleno en el verdadero mundo de la sartorial.
Bajo la palabra Sastrería conviven hoy día un sinfin de interpretaciones, algunas más certeras que otras. Pero sin duda alguna, la verdadera sastrería es aquella que parte de la tradición y la artesanía. Gracias a El 91, desde hoy, y en los próximos capítulos de esta serie, descubriremos el proceso de gestación de una prenda totalmente artesanal.
Este pequeño establecimiento situado en la céntrica calle Rodriguez San Pedro, que ya pudimos conocer en el 3er Capítulo del Tour Sastrerías por Madrid que publiqué hace tiempo, encierra entre sus puertas un estilo personal y diferente. Sin complejos ni clichés, sus administradores – Paul y Caterina– se adaptan a las necesidades de cada uno de sus clientes.
Una vez realizadas las presentaciones, comencemos la aventura…
Desde que nos conocimos, hablo a menudo por teléfono con Paul, para intercambiar ideas, impresiones o simplemente para charlar un poco sobre este mundillo. Y en una de estas conversaciones hablamos de la posibilidad de mostrar a todos el proceso, paso a paso, que conlleva el mundo de la sastrería artesanal. ¡ Y qué mejor forma que vivirlo en primera persona !
Acordamos el día y la hora en el que me pasaría para la primera visita y el pasado Viernes 8 de Noviembre tuvo lugar el encuentro.
¿Qué pasó allí?
No era la primera vez que estaba por allí, y me sentía como en casa. Paul comenzó a explicar algunos detalles sobre cómo suele trabajar con los clientes. Y comenzó mostrándome el patrón que tenía por allí de uno de sus últimos encargos…
Me explicó que en esta visita, miraríamos -y eligiríamos- tejidos, hablaríamos de detalles generales de la prenda y me explicaría el proceso de ejecución general.
Además de mostrarme el patrón completo en cartón, me enseñó las piezas que ya estaban cortadas, hilvanadas, con alguna que otra entretela y picado…
Tras adelantarme algunos detalles sobre el picado del pecho, los cortes o pinzas, pasamos a llenar la mesa de muestrario de tejido, ya que ya tendríamos tiempo de hablar de la construcción y detalles sobre mis piezas cortadas, cuando llegara el momento.
Llegados a este punto creo conveniente aclarar que la prenda que nos traíamos entre manos era una Americana, con un corte actual y detalles peculiares, pero dentro de una prenda básica, atemporal y polivalente.
Paul me comentó que para la ocasión el fabricante británico Dormeuil se había prestado a colaborar en el reportaje, es por ello que la elección quedaría acotada a una de sus series, así que pusimos sobre la mesa sus muestrarios…
Hay series que las descarté de inmediato por se demasiado enfocadas a traje, sin embargo, otras me tenían fascinado por presentar paños windowpane preciosos, como los que podemos ver en la imagen sobre estas líneas.
Pero no podía perder el norte, mi primera americana 100% artesanal debía ser un básico que pudiera usar casi con cualquier cosa, así que no podía dejarme llevar en la elección de los tejidos.
Tras ciertas divagaciones, no sin la ayuda de Paul, que aunque se mantenía en la distancia sabía aconsejarme y darme su certero punto de vista, decidimos que la cosa debía estar entre los grises…
Este de arriba fue uno de los descartes que más costó dejar, junto con un par de ellos más. Pero finalmente el candidato sería un gris medio liso, bastante más claro que el gris marengo, como podéis ver en la siguiente imagen.
¿Porqué este gris?
Me di cuenta de que últimamente sólo escogía mis americanas en Príncipe de Gales, Windowpane, espiga y demás variopintos paños, dejando de lado prendas más básicas y polivalentes. Por ello tenía claro que en esta ocasión iba a decantarme por algo más sencillo.
Además, quería que los detalles fuesen los verdaderos protagonistas de esta chaqueta, por ello quería un paño sencillo y limpio.
El tejido en concreto pertenece a la serie Royal 12, es 100% lana (Worsted Wool) y tiene un peso de 370 gr.
Una vez decidido el tejido, pasamos a charlar de forma general sobre los detalles que quería incluir en mi americana. Paul me comentó que para ello suele hablar largo y tendido con los clientes, enseñándole libros, revistas, fotos de internet y demás. Y que por supuesto no tiene el más mínimo reparo en que el cliente le provea de material de inspiración como fotos, recortes de revistas o enlaces a blogs de referencia.
La idea en todo momento es transmitir lo que realmente queremos y para ello cualquier herramienta es siempre bienvenida.
En mi caso, usamos tanto el tablet como el teléfono para ver detalles como la forma y proporciones de las solapas, la forma de los bolsillos, etc…
No obstante, todos estos detalles íbamos a tratarlos más adelante, por lo que la idea era ir poco a poco acotando de manera conceptual la idea que yo tenía. Pero para que os hagais una idea, yo tenía constantemente en la cabeza esta imagen que compartirmos hace tiempo en el Foro en el hilo La imagen que representa nuestro estilo.
Ya no solo por el corte de la prenda, ya que yo la prefiero algo más entallada, con solapas y escote más abiertos. Sino por el estilo general de la misma.
Seguimos viendo más y más imágenes…
Y tras esta jornada, quedamos emplazados hasta la siguiente cita con idea de tomar medidas, conocer el taller y seguir descubriendo más sobre este interesante proceso…
Espero que con esta primera entrega os hayáis contagiado un poco de la ilusión, intriga y entusiasmo que sufro yo en estos momentos de pleno desarrollo.
Hasta el siguiente capítulo.