Nothing, y el por qué.

Recuerdo cuando era entre niño y adolescente, mis padres cada navidad me regalaban unas zapatillas de baloncesto nuevas. Al acostarme, sacaba las zapatillas de la caja y las ponía encima para observarlas hasta quedarme dormido. Simplemente las observaba, me fijaba en cada detalle, remate o solución técnica. Sentía que me hacía feliz no el hecho en sí de poseer ese objeto sino ser consciente de que podía disfrutar observándolo cuando quisiera.

Años más tarde cuando decidí hacerme con un Audi TT mk1 sentí la misma sensación. A veces me sorprendía a mi mismo observándolo tras aparcarlo. Disfrutaba nuevamente simplemente mirándolo, fijándome en sus formas curvas, en sus sombras y luces, en lo sencillo y funcional que me parecía en muchos aspectos.

Con los años he ido constatando mi irremediable atracción por la parte más estética de las cosas. Pero no a un nivel superficial y de primer impacto, sino en el sentido más profundo y conceptual posible. Y es que a poco que alguien haya estado involucrado en el proceso creativo de un objeto pasa a darse cuenta rápidamente que cuanto más sencillo, funcional y estético es algo, probablemente más complejo, estudiado y arduo ha sido su proceso de creación.

Esta es la razón de ser de marcas como Nothing, que no se limitan a desarrollar y pensar productos únicamente para acompañar a una ficha técnica de especificaciones, sino que piensan no sólo en hacerlos plenamente funcionales sino que diseño y estética vayan de la mano con ello. Es por esto que, como ya os anuncié en este otro artículo hace unos meses, íbamos a empezar a hablar por aquí más de diseño, estética, calidad y originalidad. Y de todo ello es sinónimo Nothing.

En concreto os voy a hablar del Nothing (2a) Plus, el último smartphone lanzado por la marca británica, y del que ya os compartí algunas impresiones en este reel de Instagram.

Se trata de un smartphone de 6,7 pulgadas de pantalla AMOLED, 1.300 hits de brillo y 120 Hrz. Cámara frontal y traseras de 50 Mpx con ultra gran angular, procesador MediaTek Dimensity 7350 5G con hasta 3.0 Ghz y 20 Gb de RAM, además de una batería de 5.000 mAh.

Hasta aquí podrían ser las especificaciones de la mitad de las opciones de smartphone del mercado, pero ¿qué hace diferente a Nothing?

Está claro que su diseño exterior es un punto a su favor. Diferente, original y distintivo. Y es que está hecho para estar boca abajo, y no sólo para disfrutar de sus peculiares formas sino porque su única interfaz Glyph hace que mediante la programación de luz y sonido podamos estar al tanto de lo que ocurre en nuestro smartphone sin necesidad de acceder a él mediante la pantalla.

Pero para mí, sin duda, su mayor baza es la gran optimización de Android 14 mediante lo que ellos llaman Nothing OS (actualmente en su versión 2.6 y próximamente actualización a 3.0). Una vez más no es sólo una simple y minimalista interfaz personalizable. Es un sistema operativo sencillo, funcional y directo, que resuelve las necesidades del usuario de manera fácil e intuitiva, sin alardes.

Otro aspecto que me llamó mucho la atención es el apartado fotográfico. Y es que he sido siempre muy crítico con la fotografía en smartphones pues no terminaba de convencerme o por ejemplo, no entendía cómo las cámaras frontales no tenían una calidad equiparable a las traseras. Y de repente descubro que ¡en Nothing justo han pensado en ello!

Como comentábamos antes, tanto la cámara frontal como la trasera son de 50 Mpx y cuentan con ultra gran angular. Y lo cierto es que nada más abrirlas la calidad sorprende mucho en líneas generales. Esto me parece un gran punto a su favor, que se suma como veis a la lista de aspectos que hacen cada vez más interesante a este dispositivo.

Otra cosa que sorprende es su peso. Bastante ligero para el tamaño que tiene, y es que su estructura parece ser plástica, y algo que pudiera parecer un punto desfavorable me parece que le ayuda a tener un peso más contenido.

Por 399 euros sin duda alguna me parece un terminal que ofrece mucho a cambio, y una forma de introducirnos en el ecosistema Nothing que, sin duda, es uno de los que promete tener un futuro muy interesante en los próximos años, por ejemplo con sus auriculares inalámbricos.

Gracias por leer hasta aquí. Recuerda que tus comentarios, dudas o sugerencias son siempre bienvenidas.

Un saludo

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