Reconozco que hasta hace bien poco los zapatos confeccionados en Cordovan me llamaban poco la atención, y en ningún caso veía justificado su precio. Pero poco a poco he ido conociendo sobre ellos e informándome y ahora comienzo a valorarlos como se merecen.
Para el que no lo sepa, el Cordovan es una piel que nos proporciona el tercio posterior del caballo -de ahí que también se le conozca como Anca de potro-, que posteriormente es curtida de forma vegetal.
Su precio es elevado, entre otras cosas, porque la parte aprovechable y válida para hacer zapatos es muy escasa en cada porción completa de piel.
Está caracterizada por ese color entre burdeos y marrón rojizo, además de por su elasticidad y resistencia al paso del tiempo.
Hace unos días navegando por el Tumblr de Coccinella, sastrería de Osaka, Japón, descubrí estos zapatos que me parecieron impresionantes.
Se trata de unos Oxford Full Brogue en lo que parece un Cordovan, que desde mi punto de vista tienen detalles que lo hacen un poco especial.
Por ejemplo, me sorprende el poco grosor de la suela que portan. Desconozco el tipo de construcción usada, pero es de esperar que se trate de un cosido Goodyear.
Otro detalle que me gusta mucho es la disposición de los orificios para los cordones, que lo hace con una separación creciente conforme baja el empeine. Esto genera un bonito efecto al tener atados los cordones.
El tono de la piel, el brillo justo y localizado hacen de este zapato un perfecto aliado para aquellas ocasiones de formalidad informal que tanto nos gustan por aquí.
Los veo con pantalones grises de distintos tonos y me encantan! Me parece que cada vez queda menos para que me haga con uno de estos.