No, no voy a hablar de conflictos cristianos de siglos pasados, sino de las americanas de botoneras cruzadas.

En los últimos años ha proliferado el uso de americanas fuera del tradicional conjunto del traje. Se han adaptado telas más cómodas y usuales, prescindido de forro u hombreras y adaptado cortes y estilo, todo ello con el objetivo de acercar esta prenda al estilo sport-casual.

Sin embargo, concretamente la que hoy nos ocupa, la chaqueta cruzada, ha sido considerada tradicionalmente como el súmmum de la elegancia clásica. A pesar de esto ya podemos encontrar reinterpretaciones de esta chaqueta en su máxima expresión deportiva.

Por ejemplo, Ralph Lauren o Hackett la proponen en combinación con unos pantalones sport ó ScalperS confecciona su propia versión con ausencia del forro y en tela de piqué grueso (tejido similar al de los polos).


Alguno podrá pensar que este concepto estaba precedido por la aparición del Navy Blazers (allá por el año 1837), pero considero que son conceptos distintos.
Este último es característico por llevar botones de latón dorado con la inscripción de algún escudo heráldico o náutico y estar confeccionada con sarga de hilo de estambre o franela; Detalles que, aunque no dejan de ser sport, tienen reminiscencias de los uniformes de gala militares y por tanto desprenden un halo de cierta elegancia deportiva.
