Guía de Estilo con Tomblack. #El Esmoquin /Cap. 3/

Un Lunes más seguimos con una nueva entrega de esta Guía de Estilo que estamos configurando junto a Tomblack. Hoy le toca el turno a la prueba del esmoquin, que algunos ya pudísteis ver un avance en Redes Sociales.

Creo que ya sabéis, y sino os lo aclaro, que éste es mi primer esmoquin. Por una cuestión y otra nunca había necesitado uno y cuando me había hecho falta nunca me había dado tiempo a encargarlo. Por ello eran bastantes las dudas que recorrían mi cabeza a la hora de probármelo por primera vez. Si a ello le sumamos que además quise arriesgar en el diseño de varios puntos, os podéis imaginar mi incertidumbre ante esta prueba. Sin embargo, todo pareció ir sobre ruedas y este primer fitting resultó ser de lo más satisfactorio.

Reconozco que no soy usuario de pajarita, por el simple hecho de que éstas dejan demasiado espacio entre cuello y cintura, resultándome, al menos en mi caso, poco favorable. Pero en el caso del esmoquin es diferente, puesto que contamos con una camisa con botones de contraste, y esto hace que esa distancia quede disimulada por esa hilera de botones y el resultado sea mucho más interesante. Pero vayamos a lo que nos interesa…

Lo primero con lo que tenía dudas era con el color del paño elegido y el correspondiente raso para la solapa, pero mis éstas se disiparon nada más ver salir al esmoquin del portatrajes. Este azul oscuro, ligeramente desaturado y algo jaspeado me pareció perfecto. Justo lo que buscaba. Además, el contraste entre solapa y el resto del traje no es demasiado acusado, prácticamente sólo cambia la textura del tejido, por lo que el cambio entre uno y otro resulta muy natural y agradable, nada ostentoso.

¡Íbamos bien!

Ya sabéis que soy de solapas amplias y la de este esmoquin resultó ser ideal. El cruce bajo, que pedí expresamente, iba justo donde quería, dejando ver gran parte del chaleco bajo esta. Decir que me alegra haberme decantado por la opción de chaleco bajo cruzado porque el resultado del conjunto me encanta. Me hace sentir cómodo y no disfrazado, quizás porque estoy más acostumbrado a vestir chalecos que fajines.

Una vez más el fit de las prendas en Tomblack ha sido extraordinario, a pesar de que, como podéis comprobar en las imágenes, necesitamos algunos retoques en hombro y largos, en cuanto a la chaqueta y ancho de pierna en pantalón, pero más allá de eso nada importante, la verdad.

Sé que algunos teníais dudas con la inclusión de un puño doble en la manga de la chaqueta o con la ausencia de bolsillos en ésta. Pero lo cierto es que han sido dos de los detalles que más me han gustado.

La solución de puño doble con sólo un ojal y botón ha conseguido justo lo que pretendía cuando lo diseñé, y es darle un toque especial a las mangas de esta chaqueta para alejarlas de las de una normal, pero sin resultar demasiado sofisticado o extravagante. Su tamaño y forma son perfectos. Lo que si que hemos tenido que hacer ha sido acortar un poco el largo de la chaqueta, sobre todo por delante, ya que al no contar con bolsillos se genera un efecto de alargar el delantero y hemos creído que sería mejor reducir algo esto.

Los que sigáis el diseño de mis encargos sabréis que tengo especial predilección por los bolsillos de parche, pero como os comentaba antes, en esta chaqueta decidimos prescindir de bolsillos laterales. Sin embargo, quise aportar un pequeño guiño personal al conjunto, incluyendo dos grandes bolsillos de parche al chaleco.

Soy consciente de que alguno pensará que es una locura en el caso de un esmoquin, pero ya sabéis que me gusta dar un pequeño giro inesperado a los detalles de ciertas prendas, siempre que no las condicionen demasiado, y éste me pareció oportuno. Lo cierto es que el resultado, al menos en mi opinión, ha sido magnífico. La forma y disposición de éstos bolsillos hacen que sólo sean vistos si abrimos la chaqueta porque incluso desabrochada no se aprecia.

Me gusta cuando te pruebas una prenda y te da la sensación como de ser tuya desde siempre. Sentirte a gusto con ella y notar que forma parte de ti, que no re disfraza sino que te viste. Puede pareceros utópico o irreal, pero la verdad es que con este esmoquin me sentí como si lo hubiera llevado siempre. Las solapa, el cruce bajo, el chaleco cruzado de escote redondeado, y un largo etcétera de detalles que han hecho que este traje no sólo me siente bien sino que me sienta a gusto con él. Conseguir esto es muy importante y para ello hay que conocerse muy bien a uno mismo, y a la hora de diseñar tener cierta capacidad espacial para imaginar y crear en nuestra cabeza todo aquello que pretendemos crear sobre el tejido.

Si sabemos medir los riesgos no hay porqué temer a la innovación.

 No podíamos terminar sin hablar de la pajarita, ese complemento ineludible en un esmoquin al que muchas veces no se le presta la atención que merece. Debe ser siempre del tipo Self Tie, es decir, para anudar. En mi caso, al tratarse de un esmoquin azul quise mantener la escala de color y optar por una pajarita de este mismo tono, pero como intuía que no iba a ser fácil de conseguir, decidimos usar un trozo del tejido de raso de la solapa para hacer una pajarita a medida en TadinoStore, y el resultado no estuvo mal, para ser la primera.

Por último os dejo con el resumen en PDF del capítulo de hoy -recordad que podéis descargarlo o visionarlo directamente desde aquí-.

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El próximo Lunes nueva entrega, esta vez con nuevos encargos…

Cualquier duda o consulta no téneis más que comentarla o dirigiros a Tomblack.es

2 comentarios en “Guía de Estilo con Tomblack. #El Esmoquin /Cap. 3/”

  1. Buenos días, Salvador.
    Con todos mis respetos yo encuentro tanto la pajarita como las solapas algo grandes.
    Saludos Cordiales.
    N.B.

    1. Gracias por tu comentario.

      Es cierto que esto obedece más a gustos que otra cosa, pero en realidad para ambos elementos existen unas reglas basadas en proporciones con el resto de elementos. En el caso de la pajarita se dice que esta debe ocupar el mismo ancho que nuestra cara. En el caso de las solapas, no sé si fue la firma Scabal quien en su día estableció una proporción de 2/3 de la distancia entre cuello y hombro para la amplitud máxima de ésta. Quizás te resulten grandes porque no estás habituado a verlas así. Las solapas que hoy día vemos son ridículamente estrechas en la mayoría de los casos, y parece lógico pensar que esta debe tener relación con la amplitud de nuestra proporción de espalda o ancho total. En mi libro dedico un apartado a estas razones (pronto estará disponible).

      Sinceramente yo con menor tamaño tanto de pajarita como de solapa no sería capaz de verme. Sólo hay que remontarse a imágenes e ilustraciones del pasado para comprobar cómo nuestros ancestros eran fieles a dichas proporciones:

      Ejemplo 1:
      ejemplo 1

      Ejemplo 2:
      Ejemplo 2

      Saludos
      Salva

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