El sombrero. ¿Accesorio o necesidad?

Como ya pasara con la corbata hace cincuenta años, el sombrero era un objeto esencial en el guardarropa de todo hombre. Portar sombrero era no solo una tradición fuertemente arraigada, sino que el no portarlo suponía trasgredir las normas sociales.

Como la gran mayoría de las modas, el origen del sombrero viene de la mano de una necesidad práctica. Antaño el uso de éste no era tan solo estético o simbólico, sino también cumplía la función de resguardar a su portador del frío, y de lo que era más importante, el polvo y suciedad. Ya que en aquellos años la higiene que disfrutamos ahora no estaba al alcance de todos.

Hoy día, gracias a la higiene que tenemos a nuestro alcance, para muchos solo tiene un sentido estético, pero para otros tantos señores con clareada cabellera el sentido de la protección frente al frío cobra mayor protagonismo.

Como ocurre con otras prendas o accesorios, al llevar sombrero nos encontramos con una gran barrera: La vergüenza.

Son muchos los señores que con el paso de los años y en días de frío descubren que su frondosa cabellera ya no les protege como debiera, y sienten la inminente necesidad de adquirir algo que les ayude a pasar dignamente el invierno.

Una vez que el afectado ha sido consciente de este hecho, comienza la fase de búsqueda de ese objeto que le protegerá de ahora en adelante su cabeza.

Dependiendo del atuendo al que se acostumbre vestir las opciones se podrán tornar extremadamente deportivas. Como es el caso de la gorra de beisbol, en sus diferentes y dispares modalidades, o la Flat Cap en tweed con un toque un poco más elegante.

 

También se nos presentarán opciones intermedias, que para el ojo inexperto podrán parecer muy similares entre sí, pero entre las que hay ciertos matices diferenciadores, como es el caso del Homburg, Trilby, Fedora, o el sombrero Borsalino.

Y finalmente tenemos las dos opciones más formales, el sombrero de copa negro y el Bombín.

Pero como avanzábamos antes, el tipo de sombrero a elegir vendrá determinado por nuestro estilo en el vestir.

La gran mayoría de hombres seguramente no optará por portar sombrero durante su jornada laboral, quizás por miedo a incurrir en una falta de respeto en su lugar de trabajo o simplemente por miedo al ridículo. Y no quiero entrar a analizar este hecho, pues me parece demasiado personal como para poder sacar conclusiones que puedan ayudaros a la mayoría. Pero solo diré que si el verdadero uso de nuestro sombrero es irremediablemente necesario no deberíamos prestar atención más que a la resolución de dicha necesidad de la forma más elegante y correcta posible.

Solo de esta forma nos sentiremos realmente cómodos con nuestro nuevo acompañante.

En la elección de un correcto sombrero, una vez hemos orientado el estilo, pueden entrar diversos factores, como esbeltez de cara, diámetro de cabeza, longitud del cuello, tamaño de las orejas o incluso longitud y naturaleza de nuestro pelo.

Pero en este caso solo disponemos de dos opciones:

  • Acudir a una experta sombrerería y dejarnos asesorar por aquellos que realmente saben de esto.
  • Realizar infinitas pruebas de forma independiente y en diversos comercios, marcas y modelos hasta dar con el modelo que a simple vista nos siente mejor.

Esta tarea puede ser tan tediosa o divertida como queramos que sea, aunque siempre contaremos con la posibilidad de recurrir a las manos más artesanales y optar por la sastrería si no tenemos demasiada suerte en el mundo estandarizado.

No pretendo aconsejar sobre qué sombrero es el más adecuado para un uso u otro, pues a día de hoy existen infinidad de opciones y variantes, y muchas de las normas protocolarias pueden ser ingeniosamente vulneradas en favor del estilo personal y de asombrosas combinaciones con gran acierto.

Ahora ya conocéis un poco más sobre el mundo del sombrero y los gorros. Tanto si os encontráis en el caso de la necesidad como en el de la pura estética, os recomiendo que deis el paso y salgáis a buscar vuestro sombrero!

Y para los que necesitáis una excusa o modelo donde ver reflejados vuestros deseos os diré que son muchas las celebridades del momento que portan sombreros, gorras o gorros de diferentes estilos.

 

 

 

Espero que os haya gustado!

 

2 comentarios en “El sombrero. ¿Accesorio o necesidad?”

  1. Gracias por este reportaje, sin duda útil y bien desarrollado, como todos. Una gran ayuda para "cubrir" nuestras necesidades a la vez que conservar una imagen adecuada a cada momento.

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