No es la primera vez que me declaro un fiel amante de Portugal. Conozco bien el Algarve, pues voy muy a menudo por allí dada la proximidad con Huelva. Pero también conozco su parte norte, donde encontramos ciudades tan interesantes y pintorescas como Lisboa y Oporto.
Este pasado fin de semana, aprovechando un viaje para buscar sedas con las que desarrollaremos las nuevas colecciones de Tadino Store, decidí alargar mi estancia y disfrutar de unos días de descanso entre estas dos ciudades.
Como os decía, ya conocía Oporto de un par de visitas anteriores, así que eran rincones -muchos todavía- los que quedaban por explorar. El tiempo no acompañó demasiado durante todo el fin de semana, pero supimos sacarle partido. El sábado decidimos dar una vuelta por la zona de Matosinhos, la zona de playas de esta ciudad portuguesa que aunque realmente no es la parte más bonita de la ciudad para mi gusto, si que esconde rincones como el Faro de Felgueiras, un lugar precioso donde la decandencia y encanto portugueses quedan una vez más reflejados con sorprendente armonía.
Realmente uno estos día no sabía qué ponerse. Era un fin de semana relajado, pero a veces hacía frío y otras pasaba calor subiendo y bajando esas largas y laberínticas calles del centro de la ciudad.
Era necesario calzado y ropa súmamente cómodos para pasar la jornada, desde la mañana hasta la noche, en las mejores condiciones. Por ello elegí el que se ha convertido en uno de mis mocasines favoritos, los Penny en piel grabada marrón de Vidal Fernández (Toledo). Zapato comodísimo y muy polivalente.
Un zapato que, a pesar de todo el trote que les he dado en estos últimos dos años –desde que publicase en Diciembre de 2014 su review– su estado general es magnífico, y con un poco de Renovateur de Saphir suelen quedar como nuevos.
Los combiné con unos pantalones vaqueros azules, sencillo y eficaces. Sin demasiado desgaste y con un fit para mi perfecto. Comprados en Forecast la temporada pasada.
En la parte superior, tres piezas componían la solución. En primer lugar, una camisa con tejido Oxford azul claro, a medida, de Haberdashers. Encima un cárdigan azul marino también de Forecast, dado que el tiempo era demasiado cambiante y con él podía adecuarme fácilmente a las rachas de frio y calor que os comentaba antes.
Y para terminar, una chaqueta tipo bomber que compré hace pocas semanas en Cortefiel, confeccionada en algodón lavado. Muy práctica por sus grandes bolsillos laterales.
Este curioso Faro es conocido por haber protagonizado grandes batallas contra el mar enfurecido desde que se erigió en 1886. Si hacemos una búsqueda rápida por Google Imágenes descubriremos algunas imágenes impresionantes. Nosotros ese día cogimos el mar en calma.
En esta ocasión fue el sol el que no paraba de jugar al escondite todo el rato.
En la muñeca decidí llevar el Targa Florio de Tag Heuer con correa marrón de piel, que ya debéis conocer. Un reloj cómodo, sport y que para el look de este día me pareció una gran elección.
Próximamente os mostraré nuevas entregas de este fin de semana que dió para muchas fotos.
¡Comenzamos la semana!