Vespa, una leyenda sobre dos ruedas

En mis cascos suena Vespa Trucatta de Giuseppe Castiglia mientras comienzo a escribir este artículo. Nada mejor para inspirarse que esta magnífica y alegre canción.


En la segunda parte de la década de los 40, justo después de la II Guerra Mundial  merodeaba en el mundo de la industria Enrico Piaggio, propietario de la marca que llevaba su apellido. Enrico era una persona ambiciosa y siempre ansiosa por buscar soluciones a los problemas que la industria del transporte plateaba en cada momento. Piaggio había estado dicado desde siempre, y dadas las beligerantes circunstancias,  a encargos militares, en su mayoría aviones y demás vehículos usados en este sector.


El fin de la guerra y los cuantiosos destrozos sufridos en las fábricas hacen reducir drásticamente la producción de Piaggio & Cia. Todo esto lleva a Enrico a pensar en la necesidad de conseguir un producto innovador que hiciera resurgir progresivamente a las fábricas. En definitiva, consistía en conseguir un producto vendible y adaptado a las circunstancias socio-económicas del momento.


Somos todos conscientes de que en los años 40 un automóvil era casi un artículo de lujo, que muchos no podían comprar.


Es cierto que ya desde los años 20 existían ligeros scooter, más cercanos a una bicicleta o patinete con motor, considerados juguetes caros de las clases acomodadas.


Por casualidad Enrico Piaggio encuentra un extraño vehículo de dos ruedas perteneciente al conde Trossi, empresario textil de Biella. Es entonces cuando a Enrico se le ocurre la idea de revolucionar el mercado con un verdadero scooter capaz de hacer más fácil la vida de los ciudadanos, acercando a la clase media la posibilidad de obtener un automóvil.


Enrico Piaggio le encomienda la tarea a uno de sus hombres de confianza, el diseñador Corradino D´Ascanio y se crea el primer prototipo, el MP6, con grandes avances en el mundo del vehículo de dos ruedas, como el cambio de dos marchas accionado desde el puño del manillar o el freno en el pedal de la plataforma de apoyo. 

Pero lo que realmente llama la atención es su diseño innovador en forma de avispa (de ahí su nombre), sus sinuosas curvas o su sencillo conjunto chasis-carrocería fusionado todo en uno.

España, y esto es algo que yo personalmente desconocía, fue parte clave en todo el proyecto, ya que la producción de los primeros prototipos y modelos en serie se gestaron desde las fábricas de Piaggio en Pontevedra, en gran parte gracias a que estas no habían sido devastadas en los años de guerra.

Información editada por ser errónea.

El 23 de abril de 1946 se deposita en las oficinas de Florencia la solicitud de patente industrial para el scooter Vespa 98. Como todos los comienzos, estos fueron también duros y las primeras 50 unidades fabricadas no fueron fáciles de vender.

Pero pese al momento económico incierto y a la falta de costumbre hacia estos aparatos de dos ruedas, comienzan a dispararse los pedidos, gracias a la fórmula de venta a plazos (algo muy singular en aquellos años) lo que acerca a mucha gente a este artículo y, por supuesto, a la excelente labor de promoción de Enrico Piaggio por los salones automovilísticos de todo Italia.


Pero uno de los secretos del éxito de las Vespas es que se conciben no sólo como un vehículo para el hombre sino también para la mujer, puesto que las motos coetáneas no estaban preparadas para las largas faldas femeninas, dadas la forma de su carrocería y sillín alargados.


Las Vespas se convierten en todo un símbolo de liberación, superación y adaptación para la sociedad.


No es de extrañar que en sólo 4 años ya se hubieran fabricado y vendido más de 130.000 Vespas y que tan sólo 5 años después, en 1953 ya se llegaba al medio millón de ejemplares.


En estos 9 años habían surgido evoluciones, puesto que la Vespa 98 (por sus 98 centímetros cúbicos y 3.2 CV) sólo se vendió entre 1946 y 1947. La siguiente evolución es la Vespa 125, en 1948 con una velocidad máxima de 60 km/h, algunos retoques estéticos y sobre todo perfeccionamiento mecánico. Surge de la Edición Especial Sei Giorni (Seis Días) derivada de la competición.

Casi al mismo tiempo aparece la 125U (de Utilitaria) con algunas mejoras como el cambio por cables flexibles o la disposición del faro en el manillar en vez de sobre el guardabarros delantero. Este modelo no tiene demasiado éxito y se fabricará sólo durante un año, para dejar paso a la 150GS, considerada por los expertos como una de las mejores de la historia y actualmente de las más cotizadas, por poseer unas prestaciones bastante superiores a sus antecesoras.  


Montaba un motor de 145,6 cc capaz de alcanzar una velocidad de 100 km/h, frenos de mayor potencia, cambio de 4 velocidades, mejoras en el sistema de refrigeración, neumáticos de 10″ y, como no, el largo asiento para dos personas encastrado sobre la carrocería más aerodinámica hasta entonces conseguida por Piaggio. Además, es el primer modelo en montar un cuentakilómetros y chivato para las luces de posición.

La Vespa sigue siendo todo un icono en los años 50 y 60, y no había famoso de la época que no tuviera una foto con una de ellas, aparecía en películas, portadas de revistas, videoclips. Paul Newman se dedicaba a explorar Israel durante el rodaje de Éxodo (1960), Gary Cooper, Jhon Wayne o Henry Fonda aparecían montados en sus Vespas.


Con el boom surgirán decenas de modelos posteriores como las 160GS (Gran Sport ) o la 180SS (Super Sport) de grandes prestaciones que reinan entre 1958 y 1964.


En 1967, dos años después de la repentina muerte de Enrico Piaggio, Umberto Agnelli, procedente del poderoso grupo Fiat, tomaba las riendas de Piaggio & Co, decidiendo rediseñar el logo comercial de la empresa con intenciones de hacer patente el acercarcamiento al mercado más juvenil.

Y no es casualidad, puesto que el código de circulación italiano había incluido a los llamados ciclomotores con un motor de una cilindrada máxima de 50cc y capaces de desarrollar una velocidad de hasta 45 km/h con la posibilidad de ser conducidos a partir de los 14 años de edad. Hecho que abre las puertas a miles de jóvenes con ansias de independencia.


Siguiendo la máxima de satisfacer las necesidades de la demanda, se crea por tanto la Vespa 50 en 1963, de reducido tamaño, inferiores prestaciones, pero mayor agilidad, perfecta para ese público que la esperaba con los brazos abiertos.

En 1965 nace su hermana mayor, la 90SS (Super Sprint) con la peculiaridad de incorporar una pequeña guantera en el hueco entre el manillar y el sillín, sobre la rueda de respuesto.


Después del gran éxito de los micro-scooter de 50cc hace su aparición en 1976 el modelo ET3 (Elettronica Tre Travasi /Electrónica Tres Lumbreras) que debe su nombre a la incorporación del encendido electrónico. Mantiene el tamaño reducido de su antecesora pero gana en prestaciones montando un motor de 121,16cc que alcanza los 98 km/h.


En un marco internacional irremediablemente influenciado por la crisis de la moneda y el petróleo, el mundo del automóvil y en especial el de dos ruedas sufre una caída impresionante, aunque Vespa trata de reponerse sacando al mercado modelos como la Cosa, PX, PK, entre otras.


El último modelo histórico fabricado por Piaggio es la Vespa PX 125 T5 que se fabrica desde 1985 hasta 1991, para ya dar paso a los modelos de la etapa moderna de la marca.

Son 38 modelos los que componen la verdadera historia de esta marca, todos ellos diferentes, pero tras 45 años han sabido mantener la esencia de la avispa, adaptándose y formando parte ya de la historia.


Es verdad que quien haya podido disfrutar de la conducción de alguna de estas Vespas históricas (incluso las más contemporáneas) habrá podido comprobar que, hoy día, no destacan por su facilidad de conducción, sus prestaciones o su comodidad frente a otros modelos actuales, pero a todas ella les embriaga un halo de historia que hace que muchos sigamos deseando poder tener una de estas en nuestros garajes.


Espero que hayáis aprendido tanto como yo con este artículo sobre este fascinante mundo, plagado, casi desde el principio, de infinidad de clubs de todos los rincones.


Termino este artículo escuchando “50 Special” de los italianos Lunapop.


No Comments

  • Anónimo dice:

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    Pontevedra?????

    Lee bien anda, PON-TE-DE-RA
    http://es.wikipedia.org/wiki/Pontedera

    Que industrialización ni que niño muerto, en España nos comíamos los mocos durante los años 40-50.Pontevedra funcionó como puerto y astillero, función desbancada por Vigo; pero nunca llegó a producirse algo así, y menos en esos años.
    Las fábricas de Vespa en España estaban en la calle Julián Camarillo de Madrid.

  • Sinabrochar dice:

    Hola.

    Tienes toda la razón. Acabo de consultar de nuevo el libro con el que me documenté para la realización de este artículo y he podido comprobar que la vista me jugó una mala pasada. Efectivamente es Pontedera.

    Paso a editar el artículo.

    Saludos
    Salva

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