Transformación Yamaha SR 250 por Kacerwagen.

En Febrero de 2015 os contaba en este artículo que había adquirido una Yamaha SR 250 del 91 y que comenzaba un proyecto de transformación de esta moto, con el ánimo de disfrutar de una versión personalizada de una motocicleta que siempre me había gustado mucho. Sin embargo, la cosa se complicó, lo que iba a ser una transformación por mi cuenta y con ayuda de un amigo mecánico, derivó en largos procesos de letargo, hasta que di con Chus de Kacerwagen, un tipo que me parecía un tanto extraño y muy alejado del tipo de persona con el que habitúo a relacionarme, pero que con el tiempo ha sabido demostrarme que es una persona encantadora, un poco loco y desorganizado, pero un gran tipo y profesional.

Cuando el proyecto entró en sus manos todo cambió, y lo que iba a ser poco más que una actualización de pintura y algunos componentes, se convirtió en una modificación en toda regla.

Hoy, por fin, después de 3 años de idas y venidas y de muchas horas de taller, puedo presentar en sociedad esta moto. Eso sí, aún le faltan algunos detalles estéticos (como decorar el depósito de alguna forma que todavía no tengo claro) y esta semana recibe un repaso y reglaje final de motor para que esté a punto definitivamente.

Se trata de una moto ágil, cómoda y perfecta para una ciudad como Madrid. Con la solvencia suficiente para meterla en la autovía y moverse por poblaciones aledañas, y manejable y discreta para ir de un sitio a otro en la ciudad.

Una moto con un sonido precioso, no exactamente el característico de este modelo, puesto que el nuevo escape le da un tono más bronco y sólido, e impropio de una moto de esta cilindrada.

Su asiento no demasiado alto, a pesar de haber sido subido al incorporar esos amortiguadores de mayor tamaño y regular la horquilla para bajar el ángulo de dirección, la convierten en una moto de muy fácil acceso, y para mi altura es perfecta. Ni demasiado baja que me impida reposar las piernas con comodidad, ni demasiado alta que me cueste llegar al suelo. El manillar amplio, de doble altura, pero bastante plano le otorga una gran maniobrabilidad y capacidad de respuesta.

Perfecta compañera de viajes diarios

Su motor monocilíndrico de cuatro tiempos produce una respuesta moderada pero suficiente para salir con velocidad de los semáforos y movernos con agilidad entre los coches, sin grandes velocidades punta pero para mi gusto perfecto para ser una moto económica de mantener cada día por su bajo consumo.

Espero que os haya gustado, próximamente publicaré un vídeo mostrando más detalles, sonido y demás.

Si quieres ver más motos modificadas por mi amigo Chus, sólo tienes que visitar su web: www.kacerwagen.com

¡A por el fin de semana!

2 Comments

  • Nico dice:

    Me encanta la moto. El color, los cambios, todo. Enhorabuena. Tengo una SR que estoy haciendo un poco scrambler y me gustaría que me dijeras, por favor, el modelo del manillar y la distancia de los amortiguadores traseros. Es lo que tengo que cambiar. Gracias.

    • Hola Nico.

      Me alegro que te guste! Siento decirte que ya no tengo la moto conmigo. La vendí hace unos 3 año, y eso que hacerla costó como 2 años… El manillar era de la conocida marca Renthal, pero no sé el modelo exacto. Ya dependerá del ángulo y tamaño que te guste porque hay bastante tipos.

      Y sobre la distancia de los amortiguadores traseros al no tenerla ya conmigo siento no poder darte el dato. La verdad es que son dos de las cosas que más le cambian la estética a la moto. Los amortiguadores elevan la altura trasera de la moto pero intenta coger unos que sean lo más regulable posible porque estos a veces eran demasiado duros incluso para ciudad, pero con algún bache se hacía notar la rigidez…

      Un saludo y suerte con el proyecto!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *