Primera prueba de Americana a medida en Sastrería El 91 (Capítulo III)

Por fín podemos continuar con este tercer capítulo en el que seguimos desarrollando todo el proceso que conlleva una Americana a medida en Sastrería El 91.
Para los más despistados os dejo los enlaces a los dos capítulos anteriores:
Resumiendo las anteriores entregas diremos que en ellas ya decidimos el paño de Dormeuil a usar, y junto con Paul miramos los detalles generales que personalmente buscaba para la prenda. En el siguiente paso se realizó la toma de medidas, y el corte inicial del patrón. 
En esta ocasión teníamos pendiente realizar la primera prueba -o fitting como le llaman los ingleses-.

¿En qué consiste esta primera prueba?
En este paso el sastre nos prueba la prenda montada mediante hilvanados como si de un esbozo previo se tratase. El objetivo de la misma es adaptar el patrón obtenido a nuestro cuerpo, viendo in situ cada punto conflictivo, y cada detalle a tener en cuenta a la hora del montado y cosido real de la prenda.
En esta fase de las primeras cosas que se comprueban son los hombros. Y parece sencillo, pero en este paso se ve afectado tanto el propio hombro, como la espalda a la altura del omóplato, como la sisa, incluso la costura central de la espalda. Sorprende la gran cantidad de aspectos a tener en cuenta.
En las imágenes siguientes podréis ver cómo se desmonta el hombro al completo para volver a casarlo pero, ahora sí, adaptándolo a lo que mi fisionomía va pidiendo…

Pero en la siguiente imagen veremos que no se casa como al principio, sino teniendo en cuenta todas las correcciones que pide nuestro hombro y que son sorprendemente camufladas en la costura como veremos a continuación.
En la fotografía sobre estas líneas ya nos hacemos una idea de cómo solucionan este paso, pero es en la siguiente imagen en la que podremos ver con todo detalle el resultado final de este proceso.
Como vemos arriba, en la línea del hombro confluyen todas esas arrugas tomadas a conciencia, con idea de limpiar y recoger la tela de la zona inferior. Luego a la hora de coser todos esos pliegues quedan disimulados dentro de la propia costura.
Como vemos arriba, también se tiene en cuenta la costura a media espalda para meter el sobrante de tela y limpiar la espalda y hombros de arrugas, consiguiendo ese abrazo de la prenda a nuestro cuerpo sin que por ello tenga que apretar de ningún sitio ni resulte incómoda en ninguna circunstancia. 
Está claro que este es el factor de diferenciación que nos da la medida artesanal sobre cualquier otra alternativa, consiguiendo un grado de adaptación que dificilmente encontraremos en cualquier otro tipo de confección de prenda.
Tanto en mi anterior visita como en esta, en las conversaciones con el sastre dejé claro que me gustan las prendas tan entalladas como mi fisionomía y la comodidad me permitan. Es por ello que, como vemos en la imagen, se hizo hincapie en el ajuste de la sisa, ya que esto nos definiría en parte el ancho de la manga y el ajuste lateral de la prenda.
El ajuste de sisa y cintura tarde o temprano te pide también el retoque en la cadera, proceso que vemos ahora en la imagen superior, en el que se está ajustando sobre la costura entre el delantero y la espalda.
En la imagen superior el sastre está avaluando el punto de abotonadura, la cintura y su relación con la cadera y espalda. Tocar de un sitio supone revisar otros tantos, por ello la experiencia es de gran ayuda a la hora de saber interpretar el cuerpo de cada uno y las reacciones de la prenda ante cualquier modificación.
En esta prueba también se comprueba el largo de manga, el ancho de la misma -aunque en estas fotos el sastre ya había desmontado la manga de prueba-, y también se verifica el largo total del delantero.
En la siguiente imagen vemos cómo se marca la línea de caída del brazo e incluso la altura a la que irá la manga. Referencias que le servirán posteriormente al sastre para configurar detalles como el giro correcto de la manga y la caída de la misma.
Hasta aquí llegaría la primera prueba, y ahora sería el sastre el que con todos los datos recopilados debe montar la que será la prenda prácticamente definitiva en cuanto a hechura. 
El cliente generalmente no vuelve a ver la prenda hasta la siguiente prueba que suele ser de afinado. Pero como desde SinAbrochar somos muy curiosos y, junto con Sastrería El 91, queremos mostraros todos los pasos que hay detrás de este laborioso proceso…
Una vez nos quitamos la prenda, se lleva a la mesa para retirar todos los alfileres y anotar con el jaboncillo todo aquel apunte necesario para el cosido y montado posterior.
En la secuencia de imágenes de arriba podemos ver el proceso para la costura que une el delantero con la espalda, desde la sisa hasta la abertura lateral.
Aprovecho para enseñaros cómo ya estaban marcados los bolsillos tipo parche según las indicaciones que yo le dí el primer día, con las que sacó un patrón para el mismo.
Teniendo la prenda sobre la marcha se aprovecha para comprobar ciertas medidas y proporciones, como la medida de sisa resultante tras aplicar los ajustes anteriores.
Y en esta línea prosigue la labor del sastre en esta fase del proceso, con todos y cada uno de los detalles que anteriormente se han revisado, modificado y ajustado sobre nuestras propias medidas.
Como vemos es un procedimiento laborioso que exige cierta destreza y que obliga al sastre a estar en todo detalle para minimizar cualquier posible error. Es justo en este momento cuando empiezo a entender cómo un amasijo de telas, hilos, costuras y entretelas comienza a tener vida propia y a adaptarse a su futuro portador como nunca otra prenda lo hubiera hecho.
Seguimos disfrutando en la próxima entrega…



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