Mi estudio Nutrigenómico de Clínica Cres

Cuidar la alimentación no es sólo una cuestión estética. Es más, ¿Cuánta gente delgada no lleva hábitos alimentarios saludables? Hace varios meses os conté mi visita a Clínica Cres con el objetivo de cambiar mis hábitos para mejorar mi salud. Y lo cierto es que todo comenzó con ilusión y ganas, en menos de un mes ya tenían los resultados de mi Test Genético, Geneticres, obtenido a partir de una extracción de saliva, y me citaron para explicarme con todo detalle.

En dicha visita, la nutricionista Ana Gómez, me explicó la predisposición genética que presento a la hora de desarrollar molestias gastrointestinales, acumulaciones de grasa y algunas situaciones posiblemente patológicas relacionadas y derivadas de una alimentación incorrecta. Me explicó que, desde el punto de vista genético, requiero mayor tiempo durante la práctica física para comenzar a movilizar y a quemar la grasa almacenada, además, entre otros aspectos. En mi caso, el conocer que tengo un riesgo moderado de presentar y desarrollar intolerancia a la lactosa, al gluten y a la fructosa, no supuso una desmotivación, sino cierto estado de alarma que hizo que comenzara a tomar más en serio mi alimentación, ya que con algunos alimentos ya venía notando ciertos efectos en mi cuerpo.

Traté de cambiar mi lista de la compra para empezar a incluir leche sin lactosa, pasta y panes sin gluten, así como evitar en la medida de lo posible frutas con alto contenido en fructosa en la misma comida, para lo que me enseñaron un listado de alimentos y su contenido en fructosa, lactosa y gluten. Lo cierto es que, a pesar de ser un tema lo suficientemente denso e importante, a través de las explicaciones y documentos que te ofrecen, se hace mucho más claro y digerible.

Me encantaría contaros que he perdido 5 centímetros de cintura y 8 kilos de peso, pero lo cierto es que no ha sido así. ¿Por qué? Porque, pese a la insistencia y magnífico trabajo de todo el equipo de Clinica Cres, si uno mismo no se lo propone de verdad e incorpora una dieta saludable, en función de la genética y la acompaña de ejercicio físico habitual, no habrá nada que hacer. Y ese ha sido mi caso. Si bien he hecho muchos cambios en mi dieta, evitando muchos de esos alimentos de riesgo para mí, no he conseguido hacerlo del todo debido a mis frecuentes comidas fuera de casa, y aún no he sido capaz de incorporar el ejercicio en mi rutina diaria.

Lo que quiero decir con este artículo hoy es que esto no es un método mágico e infalible, requiere de nuestro esfuerzo y dedicación. Es imprescindible cambiar hábitos que en la mayoría de los casos están arraigados desde hace muchos años, pero sin duda alguna la experiencia, asistencia y trabajo de Clínica Cres es una gran ayuda que, si aceptas y te comprometes, te hará obtener resultados muy satisfactorios. Ya sólo por el hecho de saber y ser conscientes de los posibles riesgos merece mucho la pena, y lo ideal es tomárselo mucho más en serio y dar la importancia que tiene nuestra salud. Yo estoy en ello, pero cuesta, mucho, pero merece la pena.

 

 

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