El cinturón

Antes que nada, quería disculparme ante todos los que me leéis por mi falta de regularidad a la hora de actualizar los artículos, pero ha sido un mes intenso, pero ya queda poco para que todo vuelva a la normalidad y podamos empezar a ver novedades semanales en SinAbrochar. De momento os dejo con este artículo sobre cinturones.

Ya sabemos, o hemos comentado, que hay detalles que pueden arruinar al mejor de los look.

Creo que el cinturón es uno de esos detalles a los que no se le presta demasiada atención y me gustaría dedicarle hoy unos minutos.

Una de las cosas que debemos tener en cuenta, y esto es extensible a otros elementos de nuestro vestuario, es elegir el estilo adecuado a la situación y al resto del vestuario. Es decir, usar un cinturón de cuero trenzado para vestir con un traje gris puede hacernos caer en el peor de los errores, que es la incoherencia.

Siempre debemos tratar de ser coherentes con nuestra forma de vestir y si necesitamos de un atuendo de etiqueta no podemos llevar elementos de sport, ya que aparte de destacar más de la cuenta, no tendría mucho sentido.

Por eso los inventos y pruebas dejémoslos para ocasiones más distendidas.

No obstante llevar un cinturón de piel de vacuno negra y corte clásico con unos vaqueros y un polo no es tampoco un acierto.

Por ello vamos a distinguir entre cinturones de vestir de corte más clásico y cinturones de sport con tintes más desenfadados.

El cinturón de vestir es, generalmente, de sección más estrecha, diseño sencillo y hebilla clásica sin alardes estéticos, habitualmente negro, marrón (en todas sus tonalidades, desde el chocolate hasta el caramelo), y burdeos.

 

 

Es conveniente combinarlos con los zapatos tanto en similitud de materiales y texturas como en colores y acabados.

Hay poco más que decir del cinturón de etiqueta. Quizás cabría añadir que en determinadas ocasiones puede ser sustituido por un fajín, si portamos esmoquin o por unos clásicos tirantes, aunque hay que tener cuidado con el estilo de estos últimos, pues pueden ser demasiado deportivos, aunque no lo creamos.

En el apartado de los cinturones de sport podemos encontrar una gran variedad de matices, estilos, acabados y composiciones.

Por ejemplo, yo soy fan últimamente del cinturón de cuero color chocolate, de corte sencillo, ancho y sin  mucho más. Pero también me gustan los de estilo argentino bordados con hilo encerado, provenientes de deportes hípicos, o también los cinturones de tela en un color sólido con remates de cuero y hebilla de acero.

 

Otra opción son los de cuero (o otro material) trenzado que mentábamos antes.

 

 
 
 

Sin duda, en el panorama sport tenemos mucha más versatilidad y recursos que en el apartado de vestir.

En colores podemos tocar casi cualquier gama, desde los tonos pasteles (rosa, celeste, verde claro) hasta colores más tradicionales (Azul marino, burdeos, marrón, caqui…)

 

 
 
 
 

Hasta pronto.

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