Slippers. De casa a la calle.

Las Slippers. No voy a hablar de nada nuevo, puesto que a la gran mayoría de los que estáis leyendo este artículo os sonará el término y seguramente os habréis topado con algún amigo o conocido que las haya llevado. Pero me apetecía dar mi opinión al respecto de este zapato tan peculiar.

A muchos les sorprende su elevado precio. Y no es para menos, puesto que casi ningún modelo tiene un precio inferior a 250EUR.
 Y la pregunta es: ¿Está justificado?
Éste es un tema peliagudo, pues como suele ocurrir, para nuestra desgracia, no siempre es directamente proporcional a la calidad del producto o, dicho para que nadie se sienta atacado, no siempre es proporcionar al coste de su fabricación.
No hace mucho leí que precisamente unas slippers no es un zapato difícil de hacer, incluso hecho enteramente a mano; Y sus materiales no son de los más caros que podemos encontrar en la industria zapatera.
Recordemos que las Slippers más comunes están confeccionadas con suela de cuero y el cuerpo de terciopelo y diferentes acolchados. Sin a penas costuras importantes, a excepción de las que unen el cuerpo con la suela. Y eso sí, en algunos casos, contando con elaborados bordados en el empeine.
Indudablemente por estas zapatillas lo que estamos pagando, en su mayoría, es ese plus de exclusividad que tienen ciertos artículos en el mercado y que la escasez de competencia hace que este precio ni siquiera fluctúe con el tiempo.
Ahora bien, ¿Merece la pena comprar unas Slippers?
Siempre que vamos a realizar un desembolso importante por un objeto, por mucho que nos atraiga, debemos hacernos esta pregunta, y valorar tranquilamente nuestras respuestas.
Es verdad que estas slippers, como Scalpers nos anunciaba la pasada temporada, pueden conjuntar a la perfección desde con un smoking (algunos puristas lo consideran una aberración), pasando por unos vaqueros con americana, o unos chinos con polo y jersey.
Pero aunque en fotos queden estupendas, según he leído, estos zapatos suelen tener una suela demasiado rígida y poco gruesa, y eso puede pasarnos factura tras un par de horas con ellas, por lo que posiblemente no se convertirían en nuestro zapato favorito para ocasiones de ocio. Es algo que he podido comprobar en un par de ocasiones probándome algún modelo de El Ganso o Bow Tie.
Pienso que este zapato debería de haber tenido una reinterpretación de su concepto con algunos repasos de diseño. No es algo descabellado, ya ocurrió con las populares alpargatas, que salieron de la playa y su diseño tosco para llegar al asfalto, mejorar sus materiales y perfeccionar su diseño.
Yo propondría hacer unas slippers más urbanas y menos aristocráticas. Con suelas de goma o incluso de varios materiales como el caso de las mencionadas alpargatas.

También probaría a usar otras telas para el cuerpo, e incluso tantearía con alguna piel para ver su resultado. Quizás con estos cambios se llegaría a un mayor público y en algunos casos podrían ser mucho más vestibles.

Pero tenemos que tener una cosa clara: el origen de las slippers está en casa! Al menos así fueron concebidas; Como zapato que conjugase ciertos requisitos de elegancia y protocolo con comodidad y bienestar. Pero siempre para vestir en casa!
Este detalle es importante, ya que parece que algunas marcas se han olvidado de ello. Pero no todos pierden el norte con esto y existen firmas que se ciñen fielmente al concepto primitivo.
Es el caso de Babousch (las que vemos en la siguiente imagen), empresa catalana que tiene varios modelos de slippers con ciertos detalles que harán las delicias de los más caseros. En fotos pueden no notarse demasiadas diferencias, pero en persona éstas son abismales, tanto para bien como para mal.
La primer y más importante es la suela. si hablábamos de cuero anteriormente, en las Babousch contamos con el caucho como material de confección. Este cambio nos garantiza una mayor comodidad y bienestar en la pisada, aunque perdemos durabilidad.

Otro aspecto que varía es el diseño. En las slippers de gama alta el perfil es más afilado y la puntera más estrecha, mientras que en las Babousch contamos con una puntera más rechoncha y un corte ligeramente más ancho. Estos detalles están de nuevo del lado de la comodidad en favor de las Babousch. Pero hay que tener en cuenta que estas características hace de esta zapatilla nuestra perfecta aliada en el hogar, pero la hacen prácticamente inservible en la calle.

Por ello hablaba antes de la vuelta a los orígenes de este modelo de calzado, ya que nacieron para ser usadas en casa y no en la calle. Por ello la interpretación que desde Babousch se les ha dado me parece correcta y necesaria.

Ahora bien, personalmente echo en falta un producto intermedio. Unas slippers más cotidianas, con un estilo intermedio y más cercano a la mayoría de los mortales y no solo a un determinado circulo de alta alcurnia.

Para mí las slippers perfectas tendrían las siguientes tres características:
  • Suela de caucho.
  • Diseño ligeramente más tosco.
  • Materiales menos nobles que el terciopelo

Con esto conseguiríamos un producto más cercano, plural y útil.
No me gustaría entrar a discutir temas de precios, pero está claro que un valor por debajo de los 100EUR ayudaría a su proliferación, y estoy seguro que la confección lo permite.
¿Tú que opinas?
Te gustan las slippers actuales, las odias o propondrías algún cambio más…

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4 comentarios en “Slippers. De casa a la calle.”

  1. Es una zapatilla para estar en casa, ni más ni menos. Pero claro está que fue diseñada y construida para las clases económica (… y, solo en el mejor de los casos, culturalmente) más altas. Por lo que se elaboraron en los mejores materiales; terciopelo, bordados, piel, etc. Resultando elitistas, como todo el vestuario que disponían, con el consiguiente precio.
    A mi me encantan y me gustaría tener unas cuantas y usarlas a diario, en casa o para ir invitado a otra. Por lo que no entiendo que si hay zapatos, camisas, trajes, etc sublimes desde poco más que 100 EUR y hasta varios miles de estos… como no sucede lo mismo con las slippers; y así todos las podremos disfrutar, cada uno dentro de su poder económico y de su gusto. QUE ESA ES OTRA CUESTIÓN … y para mi no baladí (alguien lucirá las más baratas como un caballero y otros pareceran auténticas acémilas, con perdón, con las más costosas.-

  2. Interesante artículo, me ha gustado que hablases de las slippers que ahora están de moda.
    La verdad es que yo soy de los que piensan que llevarlas fuera de casa es una verdadera horterada, por muy bonitas y nobles que sean, las slippers, son zapatillas de estar en casa, y, como tú dices, no están hechas, ni siquiera a día de hoy, para la calle, las suelas de cuero que tienen son muy finitas, pensadas para resguardar del frío suelo de una casa pero no para el duro suelo de la calle. Es verdad que quedan bonitas en ropa de sport, no lo voy a negar, aunque solo de sport, un amigo las llevó con smoking en una fiesta de gala a la que fui y, sinceramente, por mucho que se las pueda permitir (yo no) es algo ridículo, por muy bonitas y exclusivas que sean, el efecto que hacen a mi parecer es el mismo que si yo saliese hoy de casa de punta en blanco y con mis zapatillas, horroroso. Y no soy muy purista, de hecho me gusta hacer cosas nuevas y transgredir, aunque siempre sin dejar de lado el buen gusto, y eso es lo que pasa con estas zapatillas, cada cosa es para lo que es, espero no usar estas zapatillas por la calle, igual que espero no casarme de smoking por la mañana o ir de chaqué a pasear por la calle, cada cosa está para lo que está.
    Ese punto intermedio que buscas yo creo que está en los mocasines, no los castellanos claro, pero hay muchísimas formas que se pueden adaptar a esto y de materiales aterciopelados o menos nobles, hay verdaderas obras de arte, he visto mocasines parecidos a las slippers de esa última foto, aunque sin ser "tan slippers".
    Estoy de acuerdo en lo último, si anduviesen por debajo de los 100 euros y fuesen de calidad, yo compraría slippers para casa, sin dudarlo, me encantan.

    Te felicito por el artículo, un saludo.

  3. Hola David!

    No me había llegado el aviso de tu comentario.

    No puedo estar más de acuerdo contigo. Mi crítica hacia este tema va por estos derroteros. Todos deberíamos de poder tener acceso a un tipo de diseño (ojo que no es exclusivo) que nos gustase.

    Pero no será el primero ni el último objeto de deseo que no tiene su versión accesible..

    Yo personalmente creo, que el fabricante que consiguiese crear unas slippers más urbanas y baratas (que se puede) se haría con un mercado increible! yo porque no tengo ni los medios ni conocimientos para ello, pero créeme que ganas no me faltarían para hacerlo.

    Saludos.
    Salva

  4. Hola Pablo.

    Me alegro de que te haya gustado el artículo. Yo, a día de hoy y tal y como están concebidas, no veo estas zapatillas fuera de los límites del hogar. Pero como he dicho un comentario más arriba, eso no quita que esté deseando que alguien tome la iniciativa de crear una reinterpretación de este concepto y le de un toque más urbanita. Es decir, algo intermedio entre estas Vans: http://www.shoes.com/productimages/shoes_iaec1008570.jpg y lo que hoy día conocemos como Slippers. Evidentemente, siempre más cerca de la opción elegante y clásica que la deportiva, al menos desde mi punto de vista.

    ¿Se atreverá alguien?

    Saludos.
    Salva

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