Hoy he tenido un día más denso de lo esperado y al final se me ha hecho un poco tarde para publicar, pero… vayamos allá!
Los monkstraps son un zapato que ya casi no le resultan extraños a nadie. Sin bien, aunque son un modelo de calzado con varias décadas de historia y evolución, en los últimos años hemos visto cómo se han prodigado entre los hombres hasta convertirse en toda una referencia de calzado para todo tipo de contextos, en función de las pieles usadas.
El que hoy nos ocupa es un modelo de Vidal Fernández en ante color tabaco, un tono y piel realmente polivalentes.
Arriba vemos la caja que nos encierra el zapato, dentro de la cual además se incluye una bolsa de tela para guardar/transportar nuestros zapatos.
Abrimos la caja y encontramos…
El tono, tal y como se verá en estas imágenes, es un punto más oscuro y menos saturado que el Snuff que usa Meermin en estos mocasines de antifaz o en estos Oxford de ante. He tratado de plasmar lo mejor posible el tono.
Como vemos, su horma es muy equilibrada. Ni demasiado alargada y estrecha ni demasiado redonda y ancha. Esta fue una de las razones -totalmente personales y subjetivas- por las que finalmente me decanté por este modelo frente al de Meermin.
Además su suela de cuero no demasiado gruesa así como su construcción hace que resulte un zapato muy cómodo desde el primer día.
No tenemos demasiados datos sobre el proceso de fabricación de este calzado. Sólo sabemos que no se trata de un cosido Goodyear, pero tampoco es un Blake. Ellos hablan de doble suela de cuero cosida. Por experiencia en otros zapatos suyos que tengo y a los que le doy mucho uso, tanto la durabilidad como la comodidad no parecen comprometidas en ningún momento hasta la fecha.
El diseño de las correas de sujección y de hebillas, que caracterizan a este modelo de calzado, en este caso son sobrios y discretos. Como creo que deben ser. Hebillas de pequeño tamaño, correctas medidas de tiras y perfecta ejecución de cosidos.
Otra perspectiva de la zona de las hebillas.. Que por cierto, son plateadas no doradas, aunque quizás en alguna fotografía pueda daros esa sensación por algun reflejo.
Como ya es tradición, os dejo a continaución una fotografía desde una perspectiva cenital para que podáis comprobar las proporciones de esta horma. Eso sí, mi pie no es demasiado grande, con una talla 7.
Y ahora vamos con un detalle del tacón y la suela de perfil…
En la foto siguiente podemos apreciar la costura del talón, confeccionada de forma oculta y con el típico dog tail en la parte superior.
En la imagen bajo estas líneas vemos el perfil de la suela, así como la costura de todo su perímetro.
Tras haber visto algunos detalles de la confección y construcción del zapato, es hora de ver cómo quedan y sientan en los pies, su sitio por naturaleza…
Una vez más me habéis pillado con unos calcetines verde botella, uno de mis colores favoritos para esta prenda y que como podéis ver quedan muy bien en esta combinación.
Esta es una combinación bastante informal, pero también podríamos hacer uso de ellos con un pantalón gris marengo de vestir, con dobladillo y raya al medio.
Este zapato tiene un precio de 150 euros. Si bien no es un importe barato, si que se acerca a su precio justo en relación con la calidad de sus materiales y confección. El ante usado tiene un tacto y pelo extraordinarios. Tengo varios zapatos de ante de esta casa y la verdad es que están envejeciendo muy bien.
Sí, lo sé. Tengo muchos zapatos en este tipo de piel y tonalidades, pero es que son toda una debilidad para mí…