¿Recordáis que a finales de Junio visitamos a Javier Sobrino para encargar una camisa con Söktas?
Tras las vacaciones de Verano cuadramos agendas y nos vimos de nuevo hace unos días para realizar la primera prueba de esta camisa. Al tratarse de mi primer encargo camisero con ellos este primer testeo se realiza con la camisa a medio hacer. Con las mangas montadas únicamente a través de hilvanes, al igual que uno de los puños y el bajo. Tampoco dispone de ojales, con el objetivo de poder situarlos exactamente donde el cliente solicite. En definitiva, una primera prueba pensada para recabar más información sobre los gustos del cliente en camisería. Y reconozco que esto me gustó mucho. No suele ser habitual, al menos en las camiserías que he visitado hasta el momento, que se realice una prueba de este tipo.
Durante el proceso comprobamos la soltura que tiene Javier con esto que lleva tantos años haciendo. Sabe qué preguntar, cuándo hacerlo y de qué manera. Su protocolo de trabajo está estudiado al milímetro, la experiencia es un grado y con Javier esto se nota.
La camisa en este caso será artesanal puesto que llevará cuello, hombros, puños y bajos montados a mano. Javier no suele hacer los ojales a mano ya que cree que el acabado es peor y su durabilidad para camisas de mucho uso puede verse comprometida, pero si el cliente los solicita así se los hacen.
Este tipo de pruebas con prendas a medio hacer pueden parecer más engorrosas pero lo cierto es que son fráncamente útiles y al taller le facilita la tarea, pues aunque tenga que realizar la confección en dos fases, se evita tener que descoser y volver a montar la camisa pra cualquier arreglo. Para ello, si nos fijamos bien y como comentábamos antes comprobaremos que muchas de las partes de esta camisa en prueba están únicamente sujetas mediante hilvanes.
Como es lógico en esta prueba podremos notar la camisa desajustada o más amplia y larga de lo debido, ya que en camisería siempre es mejor recortar y ajustar, ya que no se suele disponer de ensanchas para poder soltar tejido si las hechuras han sido previstas demasiado ajustadas. Esto es parte del proceso normal, por lo que no debemos alarmarnos si tenemos la sensación de que esta camisa no está hecha a nuestra medida. ¡Efectivamente! Todavía no. Pero, como decíamos antes, esta prueba dará mucha información al camisero, ya que podrá comprobar si nos gusta más ceñida en un sitio, más corta en otro, más holgada en determinada parte, etc. Lo que para unos es suficiente para otros no es bastante, por ello esta prueba es necesaria al menos la primera vez que encargamos una camisa.
El diálogo con el camisero es parte esencial del proceso. Debemos hacerle ver lo que sí nos gusta y lo que preferimos que sea cambiado en nuestra camisa. Nuestros gustos personales, por nimios que puedan parecer, y nuestras preferencias y manías. Porque toda información es valiosa para que nuestras camisas queden tal y como queremos.
Hay clientes que prefieren cuellos muy rígidos, otros que se sienten más cómodos con entretelas más livianas. Unos prefieren el botón del cuello más apretado, las sisas más profundas, la costura del hombro más ajustada, las mangas más estrechas o cortas.
Javier Sobrino no es artesano, no coge ni una sola aguja en todo el proceso -sin contar los alfileres para marcar-, pero demuestra ser un magnífico director de orquesta que vela porque todos los instrumentos estén perfectamente afinados y toquen al tiempo.
Con ganas ya de ver el resultado final de la camisa en la siguiente prueba. Este tejido de Söktas me encanta pues resulta diferente al resto de camisas que hasta ahora he tenido, al predominar más el blanco que el azul, y sin embargo parece igual de polivalente y combinable.
¡Ya tengo en la cabeza algunas buenas combinaciones!