Lo inexplicable de Adolfo Domínguez.

Mucha curiosidad pero también incertidumbre han sido las reacciones contrapuestas que siempre ha generado en mí esta firma. Diría que la mayoría de veces que he estado en alguna de sus tiendas he acabado comprando alguno de sus producto, y con la sensación de que hubiera comprado más. Sin embargo, cuando necesito incorporar algo nuevo en mi armario nunca suelo pensar en Adolfo Domínguez para ello. Y me sorprende, pues por calidad, imagen de marca, concepto y estilo encaja bastante con mi concepto de moda.

Si bien su marketing enfocado quizás a un público más moderno y con punto extravagante no casa conmigo. Esto es algo que ocurre con otras marcas como COS, Mango, Massimo Dutti, Zara, Zegna y me acaban gustando muchos de sus productos. Quizás porque yo no consumo looks si no prendas (Averigua el por qué en mi revista «Asesoría de Imagen«), pero la diferencia es que en estas marcas sí pienso a la hora de comprar. Sin embargo, con Adolfo Domínguez esto no me ocurre. ¡No entiendo por qué!

Cierto es que durante décadas he tenido a Adolfo Domínguez como la marca que consumiría mi madre, y no yo. Y mi concepto de ella siempre ha sido mucho más femenina que masculina, la verdad. Es por ello que quizás yo por mi propio pie no suela terminar de ir a sus tiendas. Me da rabia porque es un lugar donde encuentras una buena calidad de tejidos y confección. Además, sin salir de los básicos en la mayoría de casos, siempre tienen un punto diferente en su diseño que me gusta mucho.

He de decir que en los últimos tiempos algunas de las prendas casual favoritas de mi armario son de esta firma, y ¡esto vuelve a sorprenderme!

Con una red de más de 360 tiendas repartidas en 26 países diferentes, Adolfo Domínguez es sin duda uno de los grandes grupos de moda de nuestro país desde hace décadas, a pesar de llevar ya varios años registrando pérdidas y tratando de reconducir su rumbo empresarial. Este es un claro ejemplo de que no es suficiente tener calidad, diseño y marca para que las cosas funcionen como nosotros esperamos.

Sin duda alguna, algo no se está haciendo bien desde la marca cuando alguien que podría ser su claro target -y además está metido en el sector de la moda como yo- no recuerda ir a comprar a sus tiendas cuando necesita algo. ¿No creéis? Sería, cuanto menos, un fenómeno a estudiar por parte de la firma pues supongo que no seré el único al que le sucede esto. Y es una pena que una empresa nacional con más de 40 años de historia que llegó a vestir a los protagonistas de la conocida serie norteamericana Miami Vice, le suceda algo como esto.

¿Tú qué piensas?

Recuerda que cualquier feedback, comentario o sugerencia es siempre bienvenida.

Un saludo

5 comentarios en “Lo inexplicable de Adolfo Domínguez.”

  1. En mi opinión el cliente promedio que visita este tipo de comercios de ropa que no están especializados buscan prendas económicas y se piensa que Adolfo Domínguez, aunque tiene calidad, es una marca cara. En cambio el cliente que busca calidad sin mirar tanto el precio, recurre a otras opciones.

    Un saludo.

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