Con el tiempo, la piel cordovan se ha establecido como todo un símbolo de prestigio, calidad y lujo. Por ello, toda casa zapatera que se precie parece tener que contar con la posibilidad de hacer zapatos con esta curiosa piel procedente de la grupa del caballo.
Y es precisamente su origen el que dota a este cuero de ciertas peculiaridades respecto a otras. El caballo es un animal que goza de una musculatura natural prominente, y en concreto su grupa y cuartos traseros es de las zonas más desarrolladas, de ahí que la piel producida cuente con un grosor y resistencia inusual, aunque también con cierta flexibilidad característica. El anca de potro, como se le suele conocer en países latinos, toma su color tras el proceso de curtición, y aunque puede tomar tonos muy diversos, cierta marca americana pareció establecer hace algún tiempo su número 8 como tono característico para esta piel.
Lottusse no ha querido quedarse atrás y nos ofrece una pequeña colección compuesta por tres modelos diferentes fabricados con esta piel. Tres modelos básicos como son un Derby, unos Oxford Full-brogue Longwing y unos mocasines Penny, el modelo que hoy os mostraré.
Hace algunas semanas recibí este par de mocasines que tuve ocasión de probar en la boutique de Lottusse en Madrid, que por cierto, he de deciros que me encantó por su diseño, distribución y espacios. Sin duda alguna al nivel que nos tiene acostumbrados la calle Serrano.
Volviendo a lo que nos ocupa, recibí estos zapatos por mensajería con un packaging perfectamente cuidado, y de gran calidad. Tras una caja de cartón protectora exterior, se encontraba la caja de zapatos de color negra con un empaque y calidad que llaman la atención. Las cosas empezaban a ir bien…
Tras él, el papel protector y la bolsa de algodón de color negro, aparecen un par de mocasines sencillos, sin florituras ni alardes. Con una horma redondeada y aparentemente confortable -que lo es- y compacta.
El tono de su piel, muy similar a ese que citábamos antes, es camaleónico y en función de la incidencia de luz nos ofrece tonos más rojizos o marrones o directamente nos muestra algo cercano a negro. Todo ello bajo un brillo matado muy característico.
No sé si por influencia de esa tendencia afilada en zapatos propia del mercado actual o por mi gusto personal pero reconozco que en las primeras impresiones había algo en la puntera de este modelo que no terminaba de convencerme. Diría que es la forma excesivamente redondeada de su bordón. Sin embargo, es una sensación que tenía con el zapato en las manos, puesto que cuando probé en los pies la cosa cambió y esto no resultó ser un impedimento.
Lo cierto es que cuenta con ese equilibrio en las formas y proporciones que para mí son tan importantes en un zapato. Y en su perspectiva cenital lo apreciamos perfectamente.
En los zapatos fabricados en piel cordovan hay un detalle que para muchos quizás pase totalmente desapercibido pero a mí me gusta mucho, y son las costuras. Si os fijáis bien en cualquier zapato realizado con esta piel las costuras tienen algo diferente. No sabría describiros con exactitud lo que es pero esos bordones, costuras dobles o vivos quedan de otra manera cuando se realizan con esta piel. No sé si será por su grosor o por su comportamiento natural, o incluso por su ligero brillo pero lo cierto es que las costuras destacan de otra manera, a pesar de lógicamente estar realizadas al tono.
Ni que decir tiene que este color de zapato es de los más polivalentes y combinables que existen, de ahí quizás su fama y lealtad por parte de los aficionados a la zapatería.
Y es que ya de por sí un zapato realizado en cordovan resulta francamente versátil. El aspecto de esta piel lo define en un espacio entre lo formal y desenfadado que en ocasiones nos viene muy bien, la verdad. Por ello podemos vestirlo con facilidad desde con pantalones vaqueros o chinos hasta con pantalones de corte más formal, en gris marengo o azul marino, por ejemplo.
Si en el exterior encontramos detalles y acabados exquisitos, en el interior de estos zapatos terminamos de convencernos pues no hay rincón que no haya sido cuidado con espero y pulcritud. Y para muestra os dejo algunas imágenes al respecto:
No podíamos hablar de su construcción que, como no podía ser de otra manera, es Goodyear con suela totalmente en cuero, en este caso cosida con la máquina que le da nombre.
En definitiva, nos encontramos ante un zapato de aspecto sencillo, discreto y clásico, pero con un trasfondo de calidad palpable y diferenciador. Sin duda, no es un zapato para todos los públicos, puesto que sus 695 euros de PVP no es un precio popular -aunque si muy interesante para la piel con la que cuenta-, ni el estilo y comportamiento de su piel es apto para cualquiera que no sepa entenderla.
Se trata de un zapato mucho más diferente de lo que a simple vista parece.
www.lottusse.com