Interlude Man es un perfume que no gustará a todo el mundo (léase esto como una forma educada de sugerir que poca gente lo apreciará) y difícil de llevar (pocos escenarios idóneos hay en las que se preste a ser llevado). Vaya esto por delante.
Se trata de un perfume muy fuerte, especiado, con notas muy prominentes de incienso y «humo» (no tabaco, sino el aroma de una habitación donde se ha estado fumado puros), y su proyección y longevidad son mayores que la de ningún otro perfume que recuerde. Además de esto, hablamos de perfumería niche y por tanto su precio va en consonancia. Así pues, este perfume probablemente no guste a aquellos que te rodeen, vas a tener que ir con cuidado de en qué situaciones te lo pones (es muy poco versátil) y vas a tener que desembolsar más que en cualquier perfume de diseñador.
Ante tamaña advertencia nada más empezar, la pregunta adviene imbatible: ¿Por qué me ha dado por hablar de Interlude Man, entonces?
Pues porque es un perfume espectacular.
Amouage, como la gran casa de perfumería que es, trabaja con gran virtuosismo un vasto registro de perfumes de corte muy diverso. Desde el amado y odiado a partes iguales Lyric Man, una interpretación de lo que debe ser la nota de rosa en perfumes de hombre (y que en mi opinión es una composición fantástica si le quitamos el Man del nombre), hasta Jubilation XXV, un perfume majestuoso y que no sin razón se le tacha de «perfume para reyes», pasando por el best seller Reflection Man (de lo mejor que ha hecho esta casa) y la injustamente relegada Memoir Man, Amouage cubre prácticamente todas las clases de perfume que uno pueda imaginar. Echo en falta un gourmand propiamente dicho, eso sí (Sunshine Man y Opus III se acercan). Aun con esta heterogeneidad de lanzamientos, hay un tipo de composición sobre el que pivota Amouage, y es el del perfume denso, oscuro, con una enorme proyección y longevidad. Y es en esta línea de perfumes donde hay que situar a Interlude Man.
Este es el perfume que, si no tuvierais ningún escrúpulo, le recomendaríais a alguien que os pida un perfume «ligero, fresquito«.
¿A qué huele…?
Incienso. Humo. Cuero. Ámbar. Madera. Mirra. Oud (cómo no). Y muchas especias. Hay más componentes, pero estos son los principales. Como la mayoría de composiciones de Amouage, hay una larguísima amalgama de notas exquisitamente orquestadas para producir este perfume masculino, opulento, extremadamente atrevido, no apto para aquellos que busquen algo que guste a los demás.
La calidad de Interlude Man es extraordinaria.
Entonces, ¿me gustará? ¿gustará a los demás?
Lo más probable es que, al principio, no, a no ser que ya tengas un recorrido olfateando perfumes (de diseñador y nicho). Este tipo de composiciones no suelen ser fácilmente apreciadas, por lo que sugiero que bajo ningún concepto se compre a ciegas. Interlude Man es un perfumón, pero no está hecho para todos los públicos.
De la misma forma, no esperéis recibir un buen feedback de quienes os rodeen. Si lo que queréis es algo que guste a los demás y fácil de llevar, no podéis equivocaros más con Interlude. Este es el perfume que uno se pone cuando trasciende esa neurótica necesidad de querer agradar a cuanta más gente mejor. Es un perfume que se lleva para uno mismo, lo cual no quita que yo haya recibido reacciones del público femenino muy entusiastas, pero son las menos. Interlude Man polariza mucho, va a ser muy raro que alguien os haga una mueca de «meh» al olerlo, más bien será o una reacción de rechazo absoluto o bien -en menor proporción- una mueca de interés seguida de un «hmm«.
Lo que está claro es que es un perfume extraordinariamente único. Si buscáis algo que os distinga del resto, con muchísimo carácter y una calidad fuera de toda duda, estáis en el buen camino.
¿Cuál es su rendimiento?
Bestial. Absolutamente espectacular. Un spray puede durar todo el día, proyectando muy decentemente las primeras 8 horas. Dos sprays ya son palabras mayores, y echarse más puede constituir un delito.
En resumen: probad Interlude Man. Sobre todo si pensáis que este tipo de perfumes no os gustan. Gran parte del atractivo del mundo de los perfumes es cómo nuestro gusto se va moldeando a medida que olemos composiciones más arriesgadas, más complejas, que empujan nuestra sensibilidad en direcciones que hasta la fecha jamás habíamos tanteado.
¡Nos leemos la semana que viene! Felices fiestas a todos.
– aitor@sinabrochar.com
Compré Interlude Man porque quería un perfume diferente, porque ya me he cansado de más de lo mismo: perfumes de diseñadores. Y no me arrepiento, ya que es una bestia en cuanto a proyección y duración. Quizás no es un perfume para cumplidos, y eso se debe a que es diferente a todos los demás. El oud le da ese toque de no sé qué (que te hace sentir un verdadero macho alfa). Es un perfume complejo, pero masculino por demás. Lo recomiendo 100%.