Este mes de enero SinAbrochar cumple 15 años y mirando atrás identifico muchas etapas diferentes en este proyecto, y me doy cuenta que jamás fue un proyecto profesional ni lo ha sido, siempre ha sido un proyecto personal, íntimo diría.
En sus comienzos fue la puerta al descubrimiento de un mundo que siempre llamó mi atención, la moda. Poco después me permitiría conocer una industrial tan apasionante como la sastrería, donde he tenido la oportunidad de cruzarme con grandes e interesantes personas, a muchas de las cuales puedo considerar buenos amigos, y de los que he aprendido tanto…
Con el tiempo este proyecto también me dio la oportunidad de emprender y aventurarme a diseñar, fabricar y comercializar corbatas artesanales de las que aún gente habla con mucho cariño. También me permitió desarrollar, con el paso de los años, otra pasión que fue naciendo en mí desde muy joven, la fotografía.
Con SinAbrochar he compartido, he aprendido, he amado, he sonreído, he llorado y sufrido, pero sobre todo he C R E C I D O.
A veces me he abierto en canal a través de las palabras, fotografías, canciones o momentos, en el blog o las redes sociales. Hay quienes siempre me aconsejaban ceñirme a lo profesional, no mostrar lo personal, no dejarme llevar por impulsos, reflexiones o inquietudes. Pero, ¿Acaso en la vida no todo es personal? ¿No dejamos un poco de nosotros mismos en todo lo que hacemos? ¿No es la pasión, el sentir y las emociones lo que nos mueve?
Entonces ¿Por qué hay que coartarlo, censurarlo o medirlo? Es algo que siempre me ha costado entender. No sin comprender también que de todo se aprende, y que vamos evolucionando.
Me he equivocado, como todos. He caído muchas veces y me he levantado, en ocasiones con más esfuerzo que otras. He sentido que tenía que parar, reconducir las cosas, o dar un giro brusco, pero siempre pensando en seguir adelante. Cuesta, a veces cuesta, porque no entiendes qué haces hablando de unos zapatos cuando tu mundo interior se derrumba. O te ves incapaz de grabar un vídeo de un look cuando ese día a penas has dormido. Y es que el mostrarse y abrirse trae consigo complicaciones pues te hace sentir vulnerable en demasiadas ocasiones. Una opinión, un alcance menor, un error y todo parece fatídico, tu ánimo se desploma y todas las fuerzas que sacaste de donde no las tenías se ven truncadas por algo tan nimio.
SinAbrochar me ha dado grandes momentos, como me los ha dado la vida. También me ha alejado a veces de personas, me ha autoexigido mucho, me ha sobrepasado o me ha sacado una gran sonrisa.
No os voy a mentir, en este decimoquinto aniversario no puedo decir que personalmente esté bien. Sí, estoy embarcado en mi último proyecto profesional WieshammGodoy entorno a la fotografía y el vídeo con una gran amiga como es Rose Wieshamm, y estoy contento e ilusionado con ello. Pero en lo personal siento que mi vida se desborda una vez más y que cada vez tengo menos fuerzas para amarrarla y que no se me escape entre los dedos.
Pero… dicen que esto es la vida y que no nos queda otra que seguir adelante. Yo mientras tanto intentaré ser un poquito mejor persona cada vez y aunque duela, aprender de eso que ocurre y a veces no comprendemos. Pero sobre todo seguiré luchando por lo que creo y lo que quiero.
Yo me prometo a mí mismo seguir y buscar las fuerzas, las ganas y el ánimo para continuar creando el contenido que me gusta crear, y lo que me gusta aportar porque lo único que he querido siempre es ofrecer mi granito de arena ayudando a los demás y hacer de esto un estilo y una forma de vida no es siempre fácil.
Un abrazo a todos.

Muchos ánimos Salva
Gracias Paco!