Hacía mucho tiempo que no publicaba un reportaje sobre sastrería, y sé que ha sido siempre una de las temáticas más leídas del blog. Como sabéis, desde que empezó 2025, tengo el propósito de retomar ciertos clásicos de SinAbrochar. Y hace algunas semanas se cruzó la idea de realizar este reportaje con The Sartorial Gallery, una nueva sastrería en Madrid con ciertas peculiaridades que la hacen un tanto diferente.
A los mandos de este nuevo lugar está un viejo aunque discreto conocido del mundo sartorial madrileño, Josué. Con un perfil muy polifacético y ecléctico, se mueve como pez en el agua tanto en moda masculina como femenina, y eso se nota en cuanto hablas con él sobre tejidos, construcciones o tendencias. Esto, hay que decirlo, es un plus que no siempre encontramos tras los mostradores de una sastrería.
Y hablando de mostradores, hay que decir que su espacio nada tiene que ver con lo habitual. Es más probable que nos recuerde más a una pequeña galería de arte o al despacho alocado de un artista contemporáneo, pero… ¡Es una sastrería!

Una de las grandes bazas, a mi parecer, que ofrece Josue es su facilidad para dibujar y bocetar en un momento aquello que tienes en la cabeza y a veces no sabes muy bien cómo expresar. Para aquellos menos acostumbrados a soluciones y detalles sastreros es, sin duda alguna, una gran ayuda el poder visualizar sobre el papel la prenda que tienes en la cabeza. Esto evita malos entendidos o interpretaciones erróneas, y complementa a la perfección con el estupendo asesoramiento que allí nos brindan.
Y es que Josue es de esas personas que transmiten estilo con naturalidad y sencillez. Ese tipo al que cualquiera le pediría consejo para escoger una corbata o conseguir el último modelo de zapatillas deportivas. Ese capaz de vestir un traje de raya diplomática con alpargatas o un chaleco de lino con sneakers.
¿Quien no quisiera que una persona así le asesorase en su próximo encargo?

El navy blazer perfecto.
Adentrémonos en el cometido de mi visita a esta sastrería. El objetivo, conseguir crear el blazer azul marino perfecto. Aquel capaz de combinarlo con un pantalón gris marengo y unos mocasines burdeos o con unos jeans azules y un polo blanco. Todo tiempo, versátil, básico y tremendamente combinable. Con idea de contar con una prenda que pueda usar con el estilo más casual que visto ahora pero llegado el caso pueda suplir en alguna ocasión algo relativamente más formal.
La primera diatriba que nos surgió, como buenos frikis de este mundillo, fue tratar de escoger el tono más adecuado de azul para el tejido. Y es que como ya adelantara en su día en este artículo sobre chaquetas básicas de armario, un tejido azul puede tender hacia tonos más violáceos o magentas o hacia sus opuestos más turquesas y verdosos o encontrarse en un punto intermedio más neutro. Generalmente el punto de azul más interesante cuando buscamos una prenda más combinable y todoterreno.

El tejido escogido finalmente es este de la firma británica Dormeuil, concretamente la referencia 140006, compuesta por 54% Mohair y 46% Worsted Wool, con un peso de 280 gramos, un tacto seco y una fibra con nervio y resistencia. Sin duda todo un buen candidato para la navy blazer perfecta.
Una vez escogido el color y tipo de tejido, nos quedaba escoger los detalles de confección…
Como fan absoluto de las solapas bien proporcionadas, coincidí con Josué en que una solapa de 11 cm con picado al canto, con un cran recto y puntas no demasiado matadas sería una perfecta elección para este caso. Para el tema de los bolsillos dejé clara mi apuesta por la opción de parche, que fue secundada sin mayor objeción, incluyendo además el tercer bolsillo de parche en el pecho. El cruce de un sólo botón tirando a bajo. Y unos cantos redondeados en los delanteros para conseguir una chaqueta más abierta y desenfadada en su frontal. Unos hombros en spalla camicia sin demasiado frunce, y dos botones en martillo.
Para el interior una estructura sin forro, probablemente con las costuras viveadas en un tono que dejé a elección de Josué. Por lo demás, en principio íbamos a probar un fit relajado aunque estilizado, pero el resultado de todo esto lo veremos en el próximo capítulo y prueba.



Finalmente y tras mucho comentar sobre detalles, gustos y posible soluciones, pasamos a la toma de medida donde Josué volvió a hacer gala de su conocimiento sobre la fisionomía masculina y los detalles de patronaje. Proponiendo el ajuste de medidas, largos y anchos para cada parte del cuerpo, previendo cómo influirán cada una de ellas en la prenda sobre mi cuerpo.
Finalmente hacemos un repaso de los detalles configurados y para ello vuelve a sernos muy útil los bocetos elaborados.


Y con esto damos por finalizado el capítulo inicial de este nuevo encargo, con muchas ganas de ver el resultado en la primera prueba dentro de algunas semanas, y con mi más sincera enhorabuena al concepto creado por The Sartorial Gallery. Un lugar donde arte, moda y sastrería se unen a la perfección en una mezcla de buen rollo, conocimiento y ganas por hacer algo distinto. Sin duda un lugar que dará que hablar.
Espero que os haya gustado. Gracias por leer hasta aquí. Ya sabes que puedes sentirte libre de comentar y preguntar lo que desees en los comentarios más abajo.
Un saludo

Buenos días, Salvador.
Muchas gracias por el artículo.
No estoy muy puesto en gramajes de las telas.
¿La tela es adecuada para una chaqueta de primavera/verano?
A mí me encantaría ver la posibilidad de una cruzada, pero me temo que no me lo voy a poder permitir.
Parece que no tienen página dónde poder ver algunas prendas ¿no?
Saludos.
Hola..!
Gracias a ti por leerlo, ne alegro que te guste.
Cuando buscas una chaqueta de verano sueles moverte entorno a gramajes de 250-270 grs. Sin embargo, cuando buscas una chaqueta para todo tiempo buscas algo con un poco más de gramaje para que cubra los meses más frescos….
El hecho de escoger una hilera sencilla es porque una cruzada si es verdad que le daría mucho rollo pero desde mi punto de vista le restaría versatilidad y confort.
Un saludo
Salva