Siempre he sido de los que piensa que para tener estilo no hace falta ni mucho menos ser millonario. Evidentemente puede ser un factor que ayude, pero para nada el dinero es sinónimo de estilo hoy en día.
Además vivimos en una época en la que, afortunadamente, lo vintage y retro está de moda y en gran parte, en este aspecto voy a apoyar mi teoría.
Las claves de un estilo con personalidad giran en torno a tres grandes grupos que forman nuestra vida:
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La vestimenta
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Nuestro hogar
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Nuestro medio de transporte.
Está claro que una persona que vista trajes de Brioni, camisas de Hackett, viva en un ático en Oxford street y disponga en su garaje de un Aston Martin puede ser una persona con estilo, pero ese es el camino sencillo para todos aquellos que pueden permitírselo.
Pero yo no voy por ahí. Yo quiero conseguir un estilo pudiente y asequible para la mayoría de clase media.
El apartado de vestimenta es controvertido ya que hay varios grados económicos por grupos de marcas y dependiendo de nuestro poder adquisitivo podremos llegar más fácilmente a unos u otros escalones.
A mi parecer existen marcas o casa como Zara, Massimo Dutti, H&M o comerciantes independientes a los que la mayoría de las personas podemos acceder.
En el siguiente escalón encontramos marcas como Ralph Lauren, Thomas Burberry, Thommy Hilfiger, Carolina Herrera o Purificación García, entre otros, que podeos considerar como intermedias. Teniendo en cuenta también a Hackett o Burberry en esta sección, pero que se encontrarían en el límite con el siguiente escalón.
El último escalón con el que podemos toparnos, más difícilmente, es el del mundo bespoke o la sastrería a medida, además de marcas como Brioni, Hermès, Armani, Versace, Hugo Boss, Gucci, entre muchas otras.
Pues bien, creo que siendo cabales podemos llegar a conseguir un equilibrio entre el primer y segundo escalón para rellenar nuestro armario con estilo. Incluso me atrevería a decir que, con un poco de tino, casi no haría falta llegar a rozar el segundo escalón.
Prefiero no profundizar demasiado en este apartado ya que en nuestra serie «Básicos de Armario» podréis ir descubriendo las claves para conseguir un look básico con estilo.
A continuación hablaremos del apartado de nuestro hogar, que, como nuestra imagen personal, tiene que estar cuidado hasta el más mínimo detalle y no dejar nada a la improvisación.
Al estar poniéndonos en casos no demasiado favorables partiremos de la idea de que nuestro piso es relativamente pequeño, como la mayoría de los actuales de clase media. Así que para conseguir lo que buscamos, un hogar con estilo, seguiremos las siguientes pautas:
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En las paredes deberemos tener colores claros y luminosos en tonalidades beige, amarillas ó anaranjadas mientras que los techos deberán ser de un tono más claro conseguir sensaciones de amplitud.
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La iluminación es clave, si no disponemos de demasiada luz natural por la ausencia de ventanas deberemos de usar pantallas de luz clara y focos dirigibles para hacer llegar la luz a todos los rincones de la casa.
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Lo mejor para conseguir espacio es prescindir de todos los tabiques que no sean técnicamente necesarios y así tendremos una vivienda más amplia y diáfana. Podremos dividir luego los ambientes mediante estanterías o biombos.
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Respecto a los muebles lo ideal es usar maderas claras y naturales con diseños ligeros. El color blanco, el acero y el cristal serán tres de los aliados a tener más en cuenta.
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Es imprescindible mantener un orden en todo el hogar y sobre todo mantener uniformidad en colores, siendo los más aptos los tonos tierra y más cálidos que combinan muy bien con los muebles anteriormente citados.
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Siempre es interesante dar algún toque moderno incluyendo algún vinilo llamativo en la pared del dormitorio o eligiendo un gran puff rojo para el salón.
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Un detalle que quedará estupendo en nuestro piso, si podemos encajarlo, es un vestidor en las inmediaciones de nuestro dormitorio.
