Muchos ya sabéis de mi estrecha relación con la familia Haberdashers. En esta empresa no hay generaciones de sastres, ni una gran firma nacional detrás, ni grandes locales en los centros de las grandes ciudades…
Sin embargo, cada día que estoy con ellos descubro ilusión, seriedad, compromiso y ganas por hacerse un hueco en esta competitiva industria del buen vestir.
Y yo me pregunto… ¿Qué más se puede pedir?
Algo está cambiando en Haberdashers y estoy seguro de que pronto lo iréis notando…
www.haberdashers.es
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