Si Italia, en general, ha tenido un peso importante en gran parte de la historia de los últimos 2.000 años, Florencia ha formado parte de este protagonismo en varias etapas. La primera a finales del siglo XIV como cuna de la cultura y el arte de la mano de una de las corrientes más reconocidas y extendidas, el Renacimiento.
Durante la segunda mitad del siglo XIX llegó a ser capital de Italia lo que demuestra su influencia y representación dentro de la propia historia italiana, habiendo sido considerada un importante centro cultural y financiero desde la Edad Media.
Para los aficionados y amantes de todo lo concerniente a la moda y estilo masculino, Florencia es hoy día, una vez más, la protagonista indiscutible a nivel mundial.
Pitti Uomo, se ha convertido en la cita ineludible para todos aquellos profesionales y aficionados a estas lides. Su difusión es tal que asisten gentes de todos los continentes con el ánimo no sólo de entablar acuerdos profesionales sino de conocer y relacionarse con compañeros de todos los rincones. Como ya os contara el año pasado en este otro artículo, el ambiente y las ganas durante esos días de feria es sorprendente. Eventos, fiestas, cenas y sobre todo charlas y más charlas entre todos los asistentes.
Durante años la representación española a tal evento ha quedado relegada a un segundo plano. Sin embargo, gracias a la difusión en Redes Sociales y la imperiosa necesidad de todo profesional de seguir estando en el candelero, cada vez son más los que representan a nuestro país en esta cita.
En los últimos años si tenemos que destacar la presencia de profesionales españoles en esta feria, sin duda, entre ellos deben estar Sastrería El 91. Formado por Paul García de Oteyza y Caterina Pañeda, una pareja singular y natural como la vida misma. Ambos con un don de gentes innato y con una visión muy personal -y peculiar- de la moda, que han sabido transmitir con soltura en evento como este.
Evidentemente no son los únicos, son ya habituales las presencias de Carlos Castillo y Jorge Navares, en representación de Man 1924, con cierta repercusión gracias a su relación con Scott Schuman de The Sartorialist o con el equipo de The Armoury.
Son habituales también, eso sí con menor repercusión mediática, las visita de Malala Vega Olmos de Anglomanía, Joaquín Fernández Prats de Sastrería Langa, Rafael Medina Abascal antes como representante de Scalpers y ahora de Massimo Dutti.
Si hay que destacar otro profesional del sector que parece haberse tomado en serio su presencia en esta cita, es Agustín García de Sastrería Serna, habiendo conseguido así una difusión a nivel internacional muy interesante.
Si algo bueno tiene Pitti Uomo es que la relación con profesionales de todo el mundo te hace abrir la mente a otras soluciones, enfoques, conocer diferentes opiniones y estilos. Aprender y compartir son para mí las claves esenciales de todo este fenómeno.
Pero en Florencia, durante estos días, seguirá existiendo esa fauna de personajes dispuestos a llamar la atención sólo por el afán de conseguir su momento de gloria mediática, que convivirán con todas esas personas que, más allá de hacer negocios, van a disfrutar de la experiencia, volver a ver a los compañeros -y ya amigos- y a seguir aprendiendo cada día de los demás. Ahí está lo verdaderamente interesante de la competencia.
Una vez más, por problemas de agenda, me quedo sin poder asistir en esta ocasión, con la esperanza de que en la próxima cita mis quehaceres diarios me permitan disfrutar otra vez de aquello.