He de decir que la propuesta estética de Mango, una vez más, coincide con mis gustos y estilos actuales. Pero remarco el apellido estética porque no es una sorpresa a estas alturas que marcas como Mango, Zara, Massimo Dutti o Cortefiel tengan la mayoría de temporadas propuestas de diseño muy interesantes pero su calidad, exceptuando honrosas excepciones, suele ser la justa para aguantar un par de temporadas.
En un mundo de estilos cambiantes parece más que suficiente y aceptable que una prenda nos dure ese tiempo, pues es muy probable que antes incluso hayamos alternado hacia nuevas prendas y estas queden relegadas al ostracismo.
Marcas como esta cumplen una función muy interesante dentro del mercado. Nos proveen de diseños generalmente inspirados en otras marcas –nicho o premium– a un precio más accesible y cercano al común ciudadano. Sin embargo, desde mi punto de vista, esta posibilidad que nos otorga el relativo bajo precio no debería llevarnos en ningún caso a tender a la acumulación y al usar-y-tirar tan habitual hoy día.

Paletas de colores básicas, naturales y muy combinables que recuerdan a marcas como Zegna, Loro Piana o Brunello Cucinelli, para muchos desconocidos, pero precursores en la mayoría de los casos de estas tendencias en su máxima calidad. Claro está a precios inaccesibles para la mayoría, pero donde la calidad y origen de los tejidos no queda mermado por el uso y paso del tiempo. Las costuras de mayor densidad y pulcritud que no se ven comprometidas con demasiada facilidad. Y fornituras a la altura del resto de detalles.
Sin embargo, entre estos sucedáneos encontramos en ocasiones prendas sorprendentes que, contra todo pronóstico, gozan de una calidad y selección de materiales poco habitual. ¿La clave? Un poco de suerte y saber analizarlas bien antes de comprar. No hay truco mágico. Pero ya os avanzo que se trata de unicornios dentro de un mar de mediocridad cualitativa.

No obstante, esto hace que salir a comprar entre estas marcas sea toda una aventura -y generalmente frustración- buscando el santo grial de la temporada que no podemos dejar escapar.
Desde mi experiencia creo que un armario debe construirse con el tiempo y sin prisa y buscando renovar cada prenda -sobre todo si es básica y de mucho uso- con una calidad y prestaciones mejor que la anterior. Sólo así con los años y mucha paciencia conseguiremos tener un armario cada vez mejor y más representativo de nuestro estilo. Pues no hay nada como la reflexión previa a cada acto cometido para estar más cerca de lo acertado.
Y tú ¿qué opinas de estas marcas? ¿Y de Mango?
Gracias por leer hasta aquí. Recuerda que todo comentario, sugerencia o propuesta es bienvenida.

Descubre más desde SinAbrochar
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Mango era mi favorito en los 2000, lo que para mi fueron sus años dorados. Aún siendo una marca mid-market trabajaban muchísimo el branding y el diseño de las prendas consiguiendo una imagen de marca impecable. Conservé muchas de sus prendas durante años (entonces sí sobrevivían a los lavados la mayoría) y también aquellos catálogos con Karolína Kurková, Penélope Cruz, Claudia Schiffer y un montón de personalidades interesantes.
Ahora que el mundo ha cambiado, me sigue interesando la marca pero de otra forma. Echo de menos ese diseño tan cuidado. Aún tienen prendas muy interesantes pero ya no son tan genuinos y sobre las calidades, punto y aparte. No les justifico pero están como todas las demás marcas de fast-fashion: es difícil encontrar algo que sobreviva a una o dos temporadas. Dos ya es algo increíble.
🙂
Gracias por tu comentario amiga!
Por lo que tengo entendido Mango tuvo su época dorada en mujer hace unas décadas, que supongo coincide con la época que comentas. Ahora, como decía, aún se encuentran cosas interesantes pero hay que buscar bien..
Por suerte si vemos a nivel internacional surgen cada día nuevos proyectos interesantes con ideas diferentes, con calidades mejores.
Un saludito!
Salva