Ya sabemos que hoy las bodas, más allá de un mero acto formal y protocolario, han tomado un claro cariz festivo, y como una fiesta cada uno la organiza y disfruta como quiere, esto ha dado lugar a celebraciones nupciales de todo tipo. Más informales o temáticas, con localizaciones rurales o playeras, con novios y/o invitados peculiares, etc.
Y como la elegancia es saber vestir en cada momento, hoy trataremos de imaginarnos en una de esas bodas diferentes, veraniegas y particulares, y mediante un nuevo encargo en Tomblack os mostraré mis opciones para asistir y los detalles que debemos tener en cuenta.
Imaginemos una boda en un pequeño lugar paradisíaco, o en los aledaños de un puerto deportivo a mediados de Agosto. Bien siendo el novio o un invitado más, el dress code recomendado ha sido de traje pero informal y en tonos claros. Perfecta oportunidad para hacernos, si no contamos con ello en nuestro armario, con un traje de este tipo que podremos usar en infinidad de ocasiones luego.
Reconozco, sin reparo alguno, que en cuanto pensé en esta opción la primera imagen que se me vino a la cabeza fue aquel traje de lino color tostado que Jose María López-Galiacho se encargó en Sastrería Langa hace un par de años, y del que podéis ver más en este enlace. Así que tengamos en cuenta en todo momento este traje, que si bien probablemente Jose María no lo concibió para tal uso, lo cierto es que dado el tipo de boda en la que estamos pensando hoy creo que sería perfecto.
Es un gusto poder encargar cosas cuando ya sabes que el patrón que han diseñado para tí te sienta perfectamente y que tan sólo debes elegir los detalles de configuración de tus prendas. Esta es una de las ventajas de la Sastrería Industrial frente a la opción más Artesanal. Y es que el sistema de producción permite hacer prendas exactamente iguales a las anteriores, que ya han sido ajustadas y definidas perfectamente, ello minimiza el riesgo de variaciones en pruebas intermedias y demás, y agiliza el proceso de manera notable.
Así que en esta ocasión Pepe y yo lo único que tuvimos que definir fueron los detalles de este traje. Al igual que el modelo en el que me inspiré de Jose María López-Galiacho, este traje contaría con tres piezas. Pero aunque el color nos recordará bastante al otro, en este caso el tejido elegido cuenta con una trama en espiga que ayudará también a que el tejido arrugue menos y si lo hace recupere antes su forma.
Como podéis ver también elegimos una camisa algo más informal que desde mi punto de vista casa a la perfección con un traje de este tipo, aunque un modelo de azul claro liso o incluso blanco iría también muy bien.
Pepe toma nota con atención a todo lo que digo, y me propone alternativas, diferentes opciones y detalles. Ya va conociendo mis gustos y preferencias y eso se nota. Es algo que me gusta, que la persona encargada de tomar el encargo participe de él, y no se limite a anotar. Porque quizás puede proponer cosas en las que uno no había caído en la cuenta.
Esto es realmente con lo que se disfruta. Imaginando la prenda en tu cabeza, haciéndola realidad mediante cada detalle y, desde el primer momento, generando unas ganas terribles de verla terminada cuanto antes.
Hoy no quiero daros muchos más detalles sobre este traje, pues me gustaría que lo descubriéseis en la próxima entrega. Pero si que me gustaría saber vuestras sugerencias al respecto. ¿Cómo diseñaríais este traje? ¿Habéis tenido oportunidad de vestir algo similar en una boda? ¿Te casarías de esta guisa?
En la entrega de hoy no habrá PDF resumen porque prefiero hablaros en detalle de los aspectos a tener en cuenta en el siguiente reportaje sobre este traje. Descubriremos qué zapato debemos elegir, cómo debemos abrochar el chaleco, las diferentes opciones que nos aportará este traje no sólo para una boda, y un largo etcétera de trucos y aspectos que trataremos muy pronto.
¡Estad atentos porque no tardaremos en ofrecer una nueva entrega de esta Guía de Estilo con Tomblack!